Viktor Orban, primer ministro húngaro, declaró en entrevista con el diario alemán “Bild” que su país no acepta a los refugiados musulmanes por considerarlos como “invasores”. La autoridad sostiene que la reunión de las sociedades cristianas y musulmanas es imposible y agrega además que «el multiculturalismo es sólo una ilusión. No queremos algo así».
A las declaraciones de Orban se suman las del líder del Partido Popular Europeo (Alemania), Manfred Weber, quien sostuvo durante una convención de la Unión Social Demócrata (CSU), que este año el tema central para los europeos es “la solución final para la cuestión de los refugiados”. Con esta declaración, el político generó un fuerte debate, tanto en los medios alemanes como por redes sociales, ya que sus palabras recuerdan directamente a la “solución final para la cuestión judía” del régimen nazi.
Declaró además que la «solución» debe nacer del debate de las naciones centro-europeas y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien fue invitado a la convención del CSU.
Orban ya se había visto envuelto en la polémica, cuando levantó vallas en la frontera entre Hungría y Serbia para detener a los refugiados. Además, exigió a la Unión Europea financiar en parte su construcción y mantenimiento.
Por su parte, Weber se defendió a través de Twitter, donde sostuvo que se “malinterpretaron deliberadamente” sus declaraciones, lo que le parecía una “completa tontería”.
El caso de los refugiados en Europa es un tema altamente delicado. Si bien la UE establece un sistema de cuotas por país para recibir a las víctimas de conflictos bélicos, naciones como Hungría se han mostrado reticentes a estas medidas.
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