Mapa que ha circulado por redes sociales, supuestamente muestra el plan del EI
El periodista jordano Fouad Hussein fue preso político en el año 1996 en la cárcel de Suwaqah, en Jordania, donde sirvió un tiempo con una de las figuras más prominentes de la red al-Qaeda, Abu Musab al-Zarqawi, que falleció en el año 2006. Hussein se convirtió en el negociador entre los prisioneros y el alcaide y, según su historia, él fue la persona que ayudó a al-Zarqawi a salir del confinamiento solitario. Hussein se hizo una buena reputación entre militantes de al-Qaeda en la prisión y su libro ”Al-Zarqawi: La Segunda Generación de Al-Qaeda”, en el cual destacó los pasos declarados por la red terrorista, se basa en relatos obtenidos durante esta época.
En el año 2000 el jordano Abu Musab al-Zarqawi formó un grupo pequeño de militantes: al-Tawhid wal-Jihad. Esta agrupación fue la semilla del Estado Islámico que hoy en día controla territorios en Siria e Irak. En 2004, Zarqawi juró lealtad a Osama bin Laden y el grupo se transformó en la rama iraquí de Al-Qaeda. Zarqawi fue asesinado en 2006. Poco después se unieron otros grupos más pequeños y el conjunto se declaró como el grupo armado ISIS. La organización fue liderada por Abu Omar al-Baghdadi hasta su muerte en 2010, y desde entonces su líder es Abu Bakr al-Baghdadi. Cabe recordar que la red al-Qaeda ha rechazado ISIS y el Estado Islámico.
En su libro publicado el año 2005, Fouad Hussein describe el plan declarado por sus fuentes dentro de al-Qaeda en siete pasos que se estrechan entre el cambio del Milenio y el año 2020. Una de las principales fuentes de Hussein fue Seif al-Adl, quien era jefe de seguridad de al-Qaeda y sospechoso de haber participado en atentados contra embajadas estadounidenses.
Cuando el libro fue publicado en el año 2005, se descartó el pronóstico.
“La idea de que al-Qaida podría establecer un califato en todo el mundo islámico es absurdo,” escribió el periodista Yassin Musharbash en una crítica publicada por el diario alemán, Der Spiegel.
Al parecer tenía razón, no fue al-Qaeda quien se encargó de fundar un califato islámico, sino una de sus ramas más radicales y tampoco se ha incorporado a todo el mundo musulmán. En septiembre se estimó que el Estado Islámico tenía control sobre un área de aproximadamente de 30 mil kilómetros cuadrados entre Irak y Siria. Hoy en día su territorio está disminuyendo con los avances de las fuerzas kurdas. Sin embargo, hay algunas predicciones interesantes en esta especulación, la cual parece un horóscopo de los primeros años del siglo XXI.
En el artículo publicado por el diario Der Spiegel en el año 2005 se dieron a conocer estas fases:
La primera fase (2000-2003) se conoce como “el despertar”, se suponía que duró desde el 2000 hasta el 2003. El objetivo de los ataques del 9/11 fue provocar a EEUU a declarar una guerra contra el mundo islámico y de ese modo «despertar» a los musulmanes. “La primera fase fue juzgada por los estrategas y autores intelectuales de al-Qaeda como un gran éxito”, escribe Hussein. “El campo de batalla se abrió y los estadounidenses y sus aliados se convirtieron en un objetivo más cercano y más fácil.” Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y la caída de Bagdad en 2003, se consideran como logros de la primera fase.
La segunda fase (2004-2006) llamada “Abriendo los ojos” es, según la definición de Hussein, el período [en el cual se publicó su libro] y debe durar hasta el 2006. Hussein dice que los terroristas esperan realizar la conspiración occidental estando consciente de la “comunidad islámica”. Hussein cree que esta es una fase en la cual al-Qaeda quiere que su organización se convierta en un movimiento. La red está apostando por el reclutamiento de jóvenes durante este período. Irak debe convertirse en el centro de todas las operaciones globales, con un «ejército» establecido allí y con bases en otros estados árabes.
La tercera fase (2007-2010) Esta se describe como el “Levantamiento” y debe durar del año 2007 a 2010. “Habrá un enfoque en Siria”, profetiza Hussein, basado en lo que sus fuentes le contaron. Supuestamente, los combatientes ya están preparados y algunos se encuentran en Irak. Se predicen ataques contra Turquía y – aún más explosiva – en Israel . Autores intelectuales de Al-Qaida esperan que los ataques contra Israel ayudarán al grupo terrorista a convertirse en una organización reconocida. El autor también considera que los países vecinos de Irak, como Jordania, también están en peligro.
La cuarta fase (2010-2013) Hussein escribe que al-Qaeda tratará de provocar el colapso de los gobiernos árabes. Se estima que “la pérdida sucesiva de poder de los regímenes conducirá a un crecimiento constante de la fuerza dentro de al-Qaida”. Al mismo tiempo, se llevarán a cabo ataques contra los proveedores de petróleo y se destinará utilizar el terrorismo cibernético contra la economía de Estados Unidos .
La quinta fase (2014-2015) será el punto en el que un Estado islámico o califato se puede declarar. El plan es que en este tiempo, entre los años 2013 y 2016, la influencia occidental en el mundo islámico será tan reducida e Israel tan débil, que la resistencia no se teme. Al-Qaida espera que, entonces, el Estado Islámico será capaz de lograr un nuevo orden mundial.
La sexta fase (2016-) Hussein cree que a partir de 2016 habrá un periodo de “confrontación total”. Predice que cuando el califato haya sido declarado el “ejército islámico” se instigue la “lucha entre los creyentes y los no creyentes” que tantas veces ha sido predicho por Osama bin Laden.
La séptima fase (-2020) Esta fase final se describe como la “victoria definitiva”. Hussein escribe que en los ojos de los terroristas, el resto del mundo será tan golpeado por el “1,5 mil millones de musulmanes”, que el califato, sin duda tendrá éxito. Esta fase debe ser completada en 2020, aunque la guerra no debe durar más de dos años.
El año pasado, ocho años después de la publicación, el analista de grupos yihadistas en el Instituto de Washington (EEUU), Aaron Zelin, señaló que debido a la inestabilidad de la región, es probable que el movimiento yihadista continúe atrayendo simpatizantes. Repitió las mismas palabras que expresó el periodista Musharbash en 2005: “Es altamente improbable que los yihadistas logren una ‘victoria definitiva’ y establezcan un califato sobre toda la población musulmana”.
En su análisis destacó respecto al cuarto paso que: “Los yihadistas no desempeñaron ningún papel en las revueltas que provocaron la caída de los regímenes en Túnez, Cairo, Sanaa y Trípoli, y que provocó la guerra en Siria; sin embargo, el movimiento ha sido capaz de tomar la principal ventaja de la agitación”. La primavera árabe derrocó a varios gobiernos, sin embargo, nuevas autoridades han asumido el poder en muchos de los países que vivieron revoluciones en el año 2011.
Sin embargo, es escalofriante ver en retrospectiva como, en cierta medida y de forma menos intensa, las predicciones coinciden con hechos reales.
Sandra Segall
El Ciudadano