Madrastra mató a niño con agua hirviendo

En una mañana del mes pasado, Robert Ritchie III despertó y descubrió que su hijo no estaba respirando. El informe de la policía reportó que el hombre sollozaba cuando les dijo «creo que mi hijo murió.»

El operador telefónico de la policía le pidió a Ritchie para tratara de resucitar al niños de 4 años de edad, pero el desesperado padre contestó gritando: «Él esta rígido como una tabla».

Sus instintos paternos estaban en lo cierto. A su llegada al Centro Médico Atrium, en Middletown, Ohio, Austin Derreck Cooper, nombre del menor, fue declarado muerto por desangramiento y la pérdida de líquidos.

David Fornshell, el fiscal del condado de Warren, anunció en una conferencia de prensa el lunes que la madrastra de Austin, Anna Ritchie, de 25 años de edad, ha sido acusada por los cargos de asesinato, homicidio involuntario, asalto criminal y poner en peligro la vida de los niños.

El pequeño Austin, víctima del brutal asesinato.

Robert Ritchie dijo a la policía que lo último que vio de su hijo fue que su esposa iba a darle un «baño caliente».

Los fiscales creen ahora que «caliente» era un eufemismo grotesco, pues el agua en la que Anna Ritchie «bañó» al niño tenía una temperatura tan alta que no era apta para bañarse en ella.

Fornshell comunicó a la prensa, el día de ayer, que Anna Ritchie estaba hastiada de ser la principal encargada de cuidar a un niño que no era biológicamente suyo (ella y Robert asumieron la tutela de Austin en enero pasado). La mujer, supuestamente, consideró que  el baño de agua hirviendo era una forma de castigo para Austin que fue mantenido en aguas de aproximadamente 134 grados por un máximo de 25 minutos.

«Sólo para estar en esa bañera durante un minuto o dos tendrían que ser el dolor más insoportable», dijo Fornshell. «Como padre, me hace enojar que alguien pueda hacer eso a un niño».

En el momento en Austin se le permitió salir del agua, «la mitad de su cuerpo estaba quemado sustancialmente hasta el punto que la piel colgaba de su cuerpo».

Su piel se caía de sus piernas, dijeron los fiscales, y él estaba sangrando de manera significativa. Sin embargo, alegan que la acusada no buscó asistencia médica y, en cambio, le puso pijama y calcetines al niño para luego meterlo en la cama.

Austin tenía que haber sido hospitalizado de inmediato, hay una alta probabilidad de que hubiera llegado a sobrevivir, informó el fiscal Fornshell.

De acuerdo con la Associated Press, un investigador en Franklin, Ohio, donde vivía la familia, dijo que la infame mujer podía oír a Austin llorando toda la noche. Ella, supuestamente, no le hizo caso y no le dijo nada a su padre para que no viera las condiciones en que se encontraba su hijo.

Seth Cantwell, un abogado de la madrastra, declinó hacer comentarios sobre el caso.

La abuela de Austin, Sheri Gredig, afirmó que no creía que Anna haya  mostrado signos de remordimiento durante una aparición en la corte del mes pasado.

«Ella sólo actúa como si hubiese hecho nada malo», dijo Gredig.

Co su voz quebrada, prosiguió: «Anna Ritchie es pura maldad. Nunca se le debe permitir que camine por las calles de nuevo… Quiero que le den la pena de muerte».

Si la acusada es condenada por el cargo de asesinato, se enfrenta a 15 años de cadena perpetua.

Acá un video de la dolorosa noticia: