La señorita Pennington dijo que decidió hablar porque ella está tratando de luchar contra el «estigma negativo ‘que rodea la lactancia materna.
Sin embargo, la enfermera jefe adjunto en el hospital Colin Hont dijo que la lactancia materna no es algo que se desapruebe y se disculpó por cualquier malestar causado.
La ley establece que el trato desfavorable a una mujer porque está amamantando a un niño de cualquier edad se considera discriminación sexual.
Si se le pide dejar de amamantar a una mujer, ella puede ponerse en contacto con la Oficina de Igualdad Gobierno y presentar una demanda civil por discriminación.
No obstante, lo que a veces sucede es que, mientras los proveedores de servicios son plenamente conscientes de las regulaciones, en algunas ocasiones los empleados pueden no serlo. Es por eso que, erróneamente, muchas mujeres son obligadas a amamantar en habitaciones privadas.
Pese a que una mujer puede desafiar ese tipo de mandatos, es obviamente molesto tener que hacerlo y daña la dignidad de la madre y el bebé.
Un portavoz del hospital dijo: «Apoyamos plenamente la lactancia materna y los visitantes de nuestros hospitales son bienvenidos a amamantar en el lugar que elijan y se sientan más cómodos».
Prosiguió: «También ofrecemos espacios privados para las madres que desean para la privacidad durante la lactancia. Trabajamos para mantener la privacidad y la dignidad de todos nuestros pacientes y visitantes».
Un interlocutor del grupo de apoyo a la lactancia, la Liga de la Leche de Gran Bretaña, dijo que estaban «sorprendidos al enterarse de la denuncia, ya que es absolutamente legal amamantar en público, pues los beneficios para la salud son reconocidos en todo el mundo. Esto se aplica a todos los locales que prestan servicios al público y la Ley deja claro que una mujer no debe ser discriminada, acosada o victimizada porque ella está lactando».
Este lamentable incidente advierte la necesidad de que todo el personal del hospital sea informado plenamente del hecho de que la madre lactante no está obligada a cubrirse o ir a una sala específica, pues se espera que esto garantice evitar próximos incidentes como este en el futuro.
Cuanto más se entienda que la lactancia materna no es algo que tiene que ser escondido, la esperanza de que exista una actitud positiva hacia la madre que da pecho en espacios públicos debería ser algo, totalmente, fuera de discusión.
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