El próximo primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha dejado claro que su gobierno no se quedará de brazos cruzados frente a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 50 por ciento al acero y aluminio canadienses. A través de una publicación en X (anteriormente Twitter), Carney señaló que mantendrá los gravámenes a productos estadounidenses hasta que Washington se comprometa con un «comercio libre y justo».
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«La respuesta canadiense tendrá un impacto máximo en Estados Unidos y un impacto mínimo en Canadá», afirmó Carney, subrayando la importancia de proteger los intereses económicos y laborales de su país. La reacción se produjo tras el anuncio de Trump de duplicar los aranceles al acero y aluminio en represalia por una decisión del primer ministro de Ontario, Doug Ford, de imponer un arancel del 25 por ciento a la electricidad que la provincia vende a ciudades estadounidenses como Nueva York.
Trump, por su parte, hizo oficial su decisión este martes a través de una publicación en Truth Social, destacando que los nuevos aranceles entrarán en vigor mañana, 12 de marzo. Esta medida supone un endurecimiento significativo del arancel original del 25 por ciento que se preveía aplicar a partir de la misma fecha.
La escalada de tensiones comerciales entre ambos países plantea un escenario complejo para las relaciones bilaterales, en un momento en que Carney, a punto de asumir el cargo de primer ministro, promete una respuesta contundente en defensa de los trabajadores y empresas canadienses.
Foto: X
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