Tras el tiroteo sucedido en Las Vegas, la más grande matanza en la historia moderna de Estados Unidos, el FBI descartó en el hecho cualquier relación con algún grupo terrorista extranjero .
«No existe ningún vínculo conocido entre el tirador y ningún grupo extranjero conocido», señaló un portavoz del FBI durante una rueda de prensa celebrada en la ciudad de los casinos.
Las autoridades quisieron así desmentir un comunicado del Estado Islámico (EI), difundido a través de su agencia de propaganda, Amaq, y cuya autenticidad no pudo ser verificada, en la que los yihadistas aseguraron que el autor del atentado era uno de sus «soldados».
Los hechos tuvieron lugar en la noche del domingo cuando Stephen Paddock, un hombre blanco de 64 años, abrió fuego desde su habitación del piso 32 del hotel Mandalay Bay sobre una multitud de más de 22.000 personas que asistían un festival country que tenía lugar en el principal bulevar de la ciudad.
Desde el primer momento la Policía de Las Vegas había explicado que Paddock era el «único sospechoso» en un suceso que ya se considera el tiroteo más mortífero de la historia moderna de Estados Unidos, si bien aún se desconocen los motivos que le llevaron a perpetrar la matanza.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional divulgó un comunicado a primera hora de la mañana en la que descartaba alguna otra «amenaza creíble», si bien advertía que se reforzarían las medidas de seguridad en algunos lugares públicos del país. Joe Lombardo, sheriff del condado de Clark, donde se encuentra la ciudad de Las Vegas, afirmó que la investigación sigue abierta y se refirió al presunto autor de los hechos como «un lobo solitario» que poseía un número considerable de armas.
«Hemos completado la investigación en la habitación», declaró Lombardo, quien añadió que a continuación se analizarán las pertenencias recuperadas en el cuarto del hotel en el que se hospedaba Paddock desde el 28 de septiembre.
Lombardo también habló de la residencia del presunto asesino, en la localidad de Mesquite, a una hora en automóvil de Las Vegas, donde las autoridades encontraron diversas armas en el sótano de la vivienda y confirmó que se ha localizado una segunda propiedad de Paddock en el norte del estado, en la que aún no se ha llegado a efectuar ningún registro.
A Paddock los agentes lo encontraron muerto en la habitación de su hotel, por lo que consideran que se suicidó tras cometer la matanza.