No sabe ni responde. Esa fue la posición que tomó el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, al declarar sobre el ataque aéreo que la aviación de su país ejecutó el domingo contra el aeropuerto militar T4 de la provincia de Homs en Siria.
«Respecto a lo de ayer, he leído sobre ello hoy en los periódicos y no tengo nada que añadir«, fue lo que se limitó a decir este lunes.
Sin embargo, lo que no se le escapó fue reiterar las amenazas de su Gobierno, al asegurar que la política del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, «no ha cambiado» y, por ende, «no permitiremos el atrincheramiento de Irán en Siria», ni que «el terreno sirio se convierta en la vanguardia contra el Estado de Israel».
De acuerdo con la agencia Sana, las unidades de defensa antiaérea del Ejército sirio pudieron repeler el ataque. Una fuente militar precisó que interceptaron varios misiles y dieron en el blanco a uno de los aviones atacantes, obligando al resto a abandonar el espacio.
Aunque el Ministro intente restarle importancia al hecho, esa base ya fue blanco de un ataque en abril pasado por dos aviones de la misma Fuerza Aérea de Israel.
Tel Aviv junto a sus aliados en Washington mantienen su ofensiva en Siria con la intención de lograr derrocar al presidente Bashar Al-Assad. Incluso, han acusado al Gobierno sirio y Ruso de efectuar ataques con agentes químicos contra la población sin tener pruebas.