El indígena del hoyo, quien vivió aislado del mundo por casi tres décadas, fue hallado sin vida por la Fundación Nacional del Indígena (Funai) el pasado martes. De acuerdo con la agencia, el hombre murió por causas naturales en la selva del Amazonía brasileña, en la frontera con Bolivia.
El indígena del hoyo vivió durante 26 años en la tierra indígena Tanaru, en lo profundo de la Amazonía en el estado de Rondonia. Es el último superviviente de su comunidad, una etnia desconocida, y su cuerpo se halló en su hamaca dentro de su choza el pasado 23 de agosto.
Durante décadas él se resistió a cualquier intento de contacto, a pesar de la invasión de su territorio y de la muerte de sus amigos y familiares. Puso trampas y atacó con flechas a todo aquel que intentara aproximarse. El sobrenombre del indígena del hoyo vino porque pasaba la mayor parte del tiempo escondiéndose en agujeros que cavaba en la tierra.
El cuerpo del hombre se someterá a una autopsia por un médico forense de la Policía Federal a fin de tener completamente claras las causas de la muerte. Hasta el momento, se descarta cualquier causa violenta.
Survival Internacional dijo que varios ataques desde la década de 1970 aniquilaron a la tribu del indígena del hoy. Estos, principalmente, se efectuaron por ganaderos que buscaban acaparar tierras.
El último video del hombre del hoyo se lanzó por la Funai en 2018, donde se le veía cortar un árbol con una herramienta similar a un hacha. De acuerdo con Survival International, los campamentos abandonados por el indígena del hoyo dejaron pistas sobre su estilo de vida: plantó cultivos de maíz y papaya, y construyó casas de paja.
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