El Parlamento armenio eligió este martes al diputado opositor Nikol Pashinián como primer ministro del país. El líder de la alianza «Yelk» (Salida), recibió 59 votos – en la segunda vuelta- seis más de los necesarios para ser investido como jefe del Gobierno.
En medio de protestas masivas contra el Gobierno, la Asamblea Nacional, controlada por el entonces gobernante Partido Republicano, rechazó la candidatura de Pashinián. Minutos después de ser elegido, prometió «grandes cambios» en el Gobierno armenio.
Según la legislación nacional, el nuevo Ejecutivo ha de ser formado en un plazo de 15 días tras la elección del primer ministro. A la vez, esta semana, Pashinián tendrá que presentar al presidente armenio, Armen Sarkisián, las candidaturas de los viceprimeros ministros.
El programa del nuevo Gobierno se hará público durante los 20 días siguientes a la formación del Gabinete.
En su intervención antes del inicio de la votación en el Parlamento, Pashinián reiteró su intención de desarrollar las relaciones con todos los países, partiendo de los intereses de Armenia.
El político hizo hincapié en los vínculos que unen a Armenia y Rusia, que calificó de «estratégicos», y prometió que continuarán siendo una prioridad en la política exterior del país.
Tras la elección de Pashinián, el partido oficialista, con 58 de los 105 escaños en el Parlamento armenio, anunció oficialmente que se pasa a la oposición y no estará representado en el nuevo Gabinete.
«Somos un partido con ideología y principios propios, no podemos formar parte del Gobierno estando en la oposición», dijo Eduard Sharmazanov, portavoz del Partido Republicano.
La elección de Pashinián como primer ministro, según analistas, pone fin a la grave crisis política que sacude el pequeño país de 2,9 millones de habitantes desde hace casi un mes.
Tras la votación en la Asamblea Nacional, el primer ministro se dirigió a la Plaza de la República de Ereván para celebrar su victoria con decenas de miles de ciudadanos que le esperaban allí.
El 13 de abril en Armenia comenzaron protestas, cuando la oposición rechazó la elección del expresidente Serzh Sargsián como primer ministro, acusándolo de una política ineficaz y del deterioro de la situación económica. El día 17, la oposición proclamó una ‘revolución de terciopelo’, insistiendo en su carácter no violento.
A pesar de las manifestaciones, Sargsián fue ratificado en el cargo de primer ministro tras haber ocupado la presidencia de Armenia durante un decenio. Sin embargo, el 23 de abril renunció a la jefatura del Gobierno en medio de las protestas.
Anteriormente en Armenia entraron en vigor unas enmiendas a la Constitución que le conceden al primer ministro los poderes más amplios.