Más de 300 elefantes han muerto en Botsuana, África, sin que hasta el momento se conozca la razón. Las imágenes de los animales sin vida han generado alarma en el mundo, mientras las autoridades investigan los motivos de los decesos.
Este viernes 10 de julio, el ministerio de Medio Ambiente de ese país anunció que ya recibieron los primeros resultados de las muestras que recolectaron con el objetivo de hallar respuestas para detener los fallecimientos y que enviaron a Zimbabue.
De acuerdo con los reportes de medios internacionales, ya se han descartado la caza ilegal, el ántrax o la escasez de agua como posibles causas de este fenómeno descrito por especialistas como «desastre conservacionista».
A la fecha se manejan dos hipótesis. Debido a que los resultados de las primeras pruebas descartaron enfermedades conocidas capaces de provocar muertes masivas, se podría estar en presencia de «nuevas enfermedades», señalaron las autoridades, citadas por Bloomberg.
Asimismo, el Gobierno y expertos internacionales también han comenzado a considerar seriamente la posibilidad de que una neurotoxina pueda estar detrás de los decesos. Ello podría explicar el extraño patrón circular que siguen los animales antes de desplomarse, refirió Europa Press.
«Esperamos que el segundo conjunto de resultados llegue la próxima semana«, declaró Oduetse Kaboto, un alto funcionario del ministerio. Será entonces cuando se harán públicos.
Por su parte, el director de operaciones de rescate de la ONG National Park Rescue, Mark Hiley, también descartó la posibilidad de que los elefantes hayan muerto de coronavirus. La enfermedad, hasta ahora, aún no ha impactado a las personas que viven en el área y hay muy pocas pruebas de que los elefantes puedan contraerla.
Funcionarios de la vida silvestre confirmaron este jueves el hallazgo de otros seis cadáveres de paquidermos. Aunque la cifra oficial del Gobierno señala que se han verificado 281 muertes de estos animales en extrañas circunstancias, organizaciones independientes y expertos consideran que la cifra supera los 350, reseñó el portal Actualidad RT.
Casos similares no se han registrado en otros países africanos como Zimbabue, Angola, Namibia y Zambia. Botsuana alberga cerca de un tercio de la población de esos animales en el continente, que se ha visto afectada por la caza furtiva.
Fuentes: RT, The Guardian, El Periódico.