Este miércoles el Estado Islámico enlutó nuevamente a familias sirias, al menos 200 personas murieron como consecuencia de varios ataques suicidas con bombas coordinados por el mencionado grupo terrorista.
El ataque se produjo en el sur de la República árabe contra zonas controladas por el Gobierno, señalaron funcionarios locales y un grupo de derechos humanos, quienes catalogaron el hecho como «la peor acción del grupo yihadista en años».
180 personas resultaron heridas, dijo el jefe de Salud de Sweida a una radio estatal, agregando que en los hechos también fallecieron 75 insurgentes del EI.
Varios pueblos al noreste de la ciudad de Sweida, se vieron afectadas por atentados simultáneos, se inmolaron al menos dos personas, una cerca del mercado y la segunda en otro distrito, difundió la televisión estatal.
El Observatorio sostuvo que los yihadistas tomaron rehenes en las localidades que atacaron.
Este grupo fue expulsado el año pasado de casi todo el territorio que controlaba en Siria, en ofensivas separadas realizadas por las fuerzas armadas con el apoyo del Ejército ruso.
Desde entonces, el presidente Bashar al-Assad ha intentado acabar con los enclaves rebeldes restantes, ubicados cerca de las ciudades de Damasco y Homs, y ha expulsado a los grupos opositores del suroeste. Difundió Reuters.
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