El presidente estadunidense, Barack Obama, aterrizó este miércoles en Berlín para visitar por última vez como inquilino de la Casa Blanca a la canciller alemana, Angela Merkel, su estrecha aliada por encima de diferencias en las relaciones bilaterales.
Procedente de Atenas, donde empezó una gira por Europa, el Air Force One tomó Aterrizó en el aeropuerto de Tegel de la capital alemana, blindada con un dispositivo policial de más de 5.000 agentes.
En su agenda de actividades está previsto un encuentro informal de Obama y Merkel en el hotel Adlon, situado junto a la emblemática puerta de Brandeburgo y donde se alojará el presidente estadunidense, y mañana por la tarde mantendrá una reunión en la Cancillería y una cena posterior.
El viernes se sumarán el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy; los primeros ministros de Italia, Matteo Renzi, y Reino Unido, Theresa May, y el presidente francés, François Hollande.
Se trata de la séptima visita de Obama a Alemania, país al que viajó como candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos en julio de 2008 y al que volvió cinco veces más como presidente.
En aquella primera visita, Merkel se resistió a que pronunciara un discurso electoral ante la emblemática Puerta de Brandeburgo y Obama tomó finalmente la palabra ante unas 200.000 personas frente a la Columna de la Victoria, en el céntrico parque berlinés de Tiergarten.
Una vez en la Casa Blanca, volvió al país para distintas cumbres o visitas oficiales, pero no regresó a Berlín hasta después de su reelección, en 2013.
Según reconoció el presidente el pasado mes de abril en Hannover, donde inauguró la principal feria industrial del mundo, la de Merkel, «es la relación más importante, la amistad más importante» de su presidencia.