Un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) denunció las graves condiciones en las que se encuentran los centros de recepción de refugiados en las islas griegas. Indicó que el hacinamiento y la insuficiencia de servicios esenciales coloca en gran riesgo a los niños, llegando a causar un aumento los casos de desórdenes mentales por las condiciones que calificaron como «insostenibles».
“Los centros de recepción están gravemente abarrotados, lo que significa que miles de inmigrantes y solicitantes de asilo, incluidos muchos niños, viven en condiciones miserables, que se deterioran rápidamente”, detalló el portavoz de ACNUR.
Según la oficina de la ONU, las situaciones más graves se están viviendo en la isla de Lesbos, donde hay más de 7.000 refugiados en un centro construido para 2.000 personas.
Por otra parte, en Samos, 2.700 personas, principalmente familias sirias e iraquíes, se encuentran viviendo en un establecimiento para acoger a 700 refugiados, lo que ha obligado a que se levanten carpas poco sólidas alrededor.
También, en las islas de Kos y Quíos, los centros de recepción están al doble de su capacidad inicial.
Acnur pidió a las autoridades griegas que aceleren los procedimientos de asilo para el traslado de aquellos que califiquen para ser movilizados.