El Secretario General de Naciones Unidas, (ONU) António Guterres, citó cifras en torno a la educación actual producto de la pandemia y advirtió que el mundo enfrenta una “catástrofe generacional”.
Entre las cifras poco alentadoras se encuentra que a mediados de julio las escuelas estaban cerradas en cerca de 160 naciones, afectando a más de 1.000 millones de estudiantes. Resaltó que al menos 40 millones de niños no han tenido educación preescolar.
Antes de la pandemia de la COVID-19 ya se presentaba un grave problema de educación; se contabilizaban 250 millones de menores que ya no iban a clases, otro aspecto era que solo un cuarto de los alumnos de secundaria en países en vías de desarrollo egresaban con competencias básicas.
El funcionario ante lo que pasa a escala mundial y la calidad de educación que se pudiera estar impartiendo manifestó que se corre el riesgo de aumentar las desigualdades, “Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, dijo.
De igual forma hizo un llamado a los Gobiernos a tomar como prioridad la seguridad de sus estudiantes, «una vez que la transmisión local del COVID-19 esté controlada, devolver a los alumnos a la escuela y las instituciones de enseñanza de la manera más segura posible debe ser una de las prioridades fundamentales”.
Planteó como estrategia involucrar a los padres, representantes, estudiantes, ciudadanos y personal escolar en la decisión de volver a las aulas de clases, para que de esta manera surjan métodos que garanticen un inicio de actividades en el momento más oportuno y con alta seguridad para todos.
En diversas naciones el año escolar comienza en agosto o septiembre y ya se han comenzado a observar diversos métodos para iniciar actividades académicas, unos a distancia a través de televisoras como México, y otros, como Estados Unidos que plantea un inicio presencial en diversos estados.
Por su parte, Bolivia decidió clausurar el periodo escolar que debía culminar en diciembre y ha anunciado que todos los estudiantes sin el conocimiento debido pasan de inmediato al siguiente grado.
En este sentido, maestros y profesores han rechazado la medida, al destacar que el Gobierno se ha ido por el camino fácil, y no le importa adecuar o crear una estrategia para que los niños que forman parte del sistema educativo disfruten de su derecho a la educación.
Con información de Reuters y Página Siete
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