Operación «London Bridge»: el protocolo en caso de que muera la reina Isabel II

El London Bridge comenzará con llamadas y correos electrónicos a funcionarios y ministros de relevancia.

Operación «London Bridge»: el protocolo en caso de que muera la reina Isabel II

Autor: Iván Frutis

La preocupación por el estado de salud de la reina Isabel II encendió las alarmas en Reino Unido desde las primeras horas de este jueves 8 de septiembre. Los médicos de la monarca, de 96 años, recomendaron su supervisión médica en el castillo de Balmoral, su residencia de verano en Escocia. La familia real ya viajó hasta este lugar. Con todo esto, es inevitable pensar en la operación «London Bridge».

Cuando al primer ministro británico le comuniquen por teléfono que «el puente de Londres cayó», se sabrá que la reina Isabel II falleció. En este momento se iniciará la operación «London Bridge», un protocolo complejo en caso de que la monarca muera.

El London Bridge comenzará con llamadas y correos electrónicos a funcionarios y ministros de relevancia. El mensaje será el siguiente: «Estimados compañeros, es con tristeza que les escribo para informarles de la muerte de su majestad la reina». El secretario de gabinete será el encargado de redactar estas palabras.

Primero se notificará a los 54 miembros del Commonwealth. Entre ellos figura Canadá, Australia, Nueva Zelanda y las excolonias en África y el Caribe.

Luego de que se envíe el mensaje, todas las banderas de Whitehall se bajarán a media asta en 10 minutos. De igual manera, dentro de los protocolos, los ciudadanos conocerán la noticia a través de una notificación oficial de la Casa Real.

El luto será oficial con insignias negras en el palacio de Buckingham, además de un anuncio del fallecimiento en la puerta principal. Los funcionarios llevarán un brazalete negro en el brazo izquierdo.

Se declarará luto nacional y se frenarán las actividades comerciales. A las 11 de la mañana del día siguiente del fallecimiento, el príncipe de Gales se convertirá en el sucesor de su madre.

De acuerdo con el protocolo London Bridge, los restos se velarán en el Palacio de Buckingham durante cuatro días. Luego irán al Parlamento, donde estarán otros cuatro días. Finalmente, sepultarán a la reina nueve días después de su muerte en la Abadía de Westminster.

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