Al considerar que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu incita a la violencia, el líder de la oposición de la nación, Yair Lapid, lo acusó de tener “las manos manchadas de sangre” y promover una guerra civil.
La violencia que se generó este martes en horas de la noche en Tel Aviv, fue promovida por el primer ministro de Israel, así lo ha precisado Lapid, al resaltar que los pobladores protestaban contra Netanyahu y la violencia de los cuerpos policiales.
Un numeroso grupo de jóvenes, vestidos de negro y aparentemente afiliados a la derecha, atacaron a los manifestantes con botellas rotas y objetos contundentes, causando heridas de cierta consideración.
“La violencia y el vertido de sangre de ayer en Tel Aviv está en las manos de Netanyahu y de sus mensajeros”, dijo Lapid.
“Quien incita, recibirá sangre a cambio. Decir que los manifestantes expanden la enfermedad e incitar contra los civiles que protestan, está conduciendo a una guerra civil”, advirtió el jefe de la oposición.
Los graves incidentes de la pasada noche, que aparentemente fueron protagonizados por elementos de la derecha y que causaron al menos cinco heridos, han estado en el centro de los comentarios políticos de la jornada del miércoles.
Numerosos políticos se han expresado sobre esta cuestión en las últimas horas, aunque Netanyahu de momento guarda silencio.
Uno de los protagonistas de lo que ocurre es el ministro para la Seguridad Pública, Amir Ohana, responsable de la policía, que ha pedido a los cuerpos policiales que actúen con mayor determinación en las manifestaciones anti-Netanyahu.
Según Ohana, “las llamas deben apagarse” tanto en la izquierda como en la derecha.
La mayor parte de los incidentes de anoche se desarrollaron cerca del domicilio del ministro Ohana en Tel Aviv, donde los manifestantes protestaron contra la violencia policial.
En uno de los videos divulgados se ve a los atacantes golpeando a los manifestantes con palos y rociándoles con gas pimienta.
Al menos cinco manifestantes tuvieron que pasar por los hospitales, dos de ellos con profundas heridas en la espalda.
Los manifestantes criticaron la conducta de la policía, que no intervino para protegerlos a pesar de estar cerca de ellos.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo que la violencia de anoche es un ejemplo de las divisiones que hay en la sociedad y que quienes la practican deben ser arrestados y llevados ante los jueces.
Según la emisora de radio del ejército, los atacantes pertenecen a “La Familia”, un grupo de seguidores del equipo de fútbol Beitar de Jerusalén, al que en Israel se identifica con el Likud y la extrema derecha.
El mismo grupo fue acusado de la violencia que tuvo lugar el pasado fin de semana en otra manifestación anti-Netanyahu celebrada en Jerusalén.
Con información de Sputnik
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