En entrevista para el diario griego Kathimerini, el presidente sirio Bashar Al-Assad, aseguró que Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, en conjunto con Arabia Saudita, Catar y Turquía, son los responsables de la guerra en Siria mediante su apoyo a los terroristas.
El mandatario calificó las acusaciones occidentales al ejército sirio de usar armas químicas son una farsa y una escena teatral muy primitiva que se inventó solamente para tener un pretexto para la agresión. Todo ello después de haber perdido una de sus principales cartas como resultado de la derrota de los terroristas en Siria, apuntó.
“Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y sus aliados, quieren desestabilizar Siria, y atacaron al ejército sirio para levantar la moral colapsada de los terroristas y para impedir que el Ejército libere más áreas del terrorismo en Siria”, precisó el líder sirio.
Destacó que Siria ya no posee arsenal de armas químicas desde el año 2013 y eso fue verificado y confirmado por la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
“Supongamos que el ejército sirio posee armas químicas, las usaría solamente cuando los terroristas estén avanzando y no las usaría cuando ya había ganado la batalla y los terroristas se hayan rendido. Las potencias occidentales alegaron que nosotros usamos las armas químicas cuando ya teníamos la batalla ganada y los terroristas iban a abandonar la zona de Duma”, explicó.
Al-Assad agregó que en una zona densamente poblada como la ciudad de Duma, un ataque químico debería causar cientos o miles de muertos, y ellos sólo hablaron de alrededor de 45 víctimas.
En el mismo contexto, se preguntó: ¿cómo que esas supuestas armas químicas solo matan a niños y mujeres y nunca a os armados? y ¿cómo pueden los médicos y los enfermeros estar sanos en una zona afectada por las armas químicas y sin utilizar vestimenta protectora?
Sobre las tropas turcas
En cuanto a la presencia de tropas turcas en Siria, el mandatario sirio dijo que se trata de una agresión y ocupación, aclarando que la presencia de un solo soldado turco en el territorio sirio es una ocupación.
Precisó que “eso no quiere decir que el pueblo turco es nuestro enemigo, y hay que distinguir entre Erdogan, por un lado, y los turcos en general, por el otro lado”. El mandatario sirio aclaró que Siria está luchando actualmente contra otro tipo de terroristas y estos son: «el ejército de Erdogan, como lo son el ejército de Estados Unidos y de Arabia Saudita; todas las facciones terroristas, en última instancia, están trabajando para una sola agenda. Agregó que «los diferentes actores obedecen al maestro que es Washington”.
Añadió que “primero, hay que combatir a los terroristas, y en segundo lugar cuando se recupere el control de más áreas, hay que combatir a cualquier agresor y cualquier ejército, ya sea francés, turco o cualquiera que sea. Todos serán tratados como enemigos porque entraron a Siria ilegalmente”.
Los aliados principales: Irán y Rusia
En respuesta a una pregunta sobre sus aliados en esta batalla, el presidente Al-Assad dijo: “Mi aliado principal como presidente es el pueblo sirio, y los aliados de Siria son los iraníes y los rusos. Ellos son nuestros aliados más fuertes y, por supuesto, está China que nos ha apoyado políticamente en el Consejo de Seguridad”.
Por otro lado, indicó que los pilares fundamentales de la política del Estado durante el período de guerra han sido la lucha contra el terrorismo y la respuesta a las iniciativas políticas presentadas por varias partes, internas y externas, y también la reconciliación mediante el diálogo con todos, incluso con los armados.
Sobre el uso de un lenguaje hostil y denigrante por parte del mandatario estadounidense Donald Trump en sus tuits, Al-Assad comentó: «cuando uno es presidente de un país, debería primero representar la ética de su pueblo antes de representar a su propia ética; y no creo que el lenguaje de Trump represente a la cultura estadounidense».
El diario Kathimerini es un uno de los diarios más importantes de Grecia y Europa; fue fundado en 1919 y cuenta con una edición abreviada en inglés. Se vende en Estados Unidos junto con el International New York Times.