Luego de que el 19 de julio del presente año, el Parlamento israelí aprobara la polémica Ley del Estado-Nación, el autor conservador Michael Brown afirmó que las tensiones entre los movimientos tradicionales confesionales y los liberales laicos podrían llevar a la ruptura de la «frágil democracia de Israel».
La Ley aprobada hace pocos días, por 62 diputados a favor y 55 en contra, es decir, con una mayoría cerrada, constituía un proyecto legislativo-político abanderado por la coalición de Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu. Este instrumento jurídico define oficialmente Israel como el “Estado Nación del pueblo judío”, reservando el derecho a la autodeterminación a esta comunidad confesional y establece que el hebreo sea la única lengua oficial.
Jaredíes contra Liberales
Para Brown, según reseña Sputnik, «se avecina una guerra civil en Israel (…) No me refiero a una potencial guerra civil entre israelíes y palestinos. Tampoco me refiero a una guerra con bombas, pistolas y cuchillos. Me refiero a una guerra ideológica que tiene el potencial de partir la nación por la mitad«.
De acuerdo con este investigador, la sociedad israelí cada día se polariza más en dos ideologías extremas y en algunos casos inconciliables, los jaredíes —judíos ultraortodoxos- y la izquierda liberal.
Los jaredíes, pese a su conservadurismo, paradójicamente son el segmento de la población que más rápido crece en Israel. Hoy constituyen el 15% aproximadamente de la población judía, pero producto de una dinámica tasa de natalidad, podrían constituir más de un tercio de la población del país hebreo a mediados del siglo XXI.
«Estos son judíos muy tradicionales, sin televisión, acceso limitado a Internet y con códigos de vestimenta y costumbres sexuales estrictamente controlados. Su tradicionalismo religioso hace que los evangélicos estadounidenses parezcan pecadores mundanos«, Destacó Brown.
Frente a esta minoría activa, Brown señala que el resto de la población judía israelí es bastante liberal, particularmente en cuanto a materia de igualdad de hombres y mujeres y a la aceptación de las demandas de la comunidad LGTBI.
Israel deviene en un Estado confesional
En la medida que se han fortalecido avances en materia de igualdad y equidad de género, las contradicciones entre estos dos sectores se agudizan más. Se pone en cuestión el carácter laico del Estado y los principios republicanos. En este sentido, el investigador recordó el reciente fracaso de la moción para incluir a los homosexuales en una nueva enmienda a la Ley de Maternidad de Israel, lo que causó una ola de protestas por parte de diversos movimientos sociales y el pronunciamiento de más de doscientos rabinos ortodoxos.
Israel, que se autodenomina la democracia más desarrollada del Medio Oriente, cada día se aproxima más a constituir un Estado confesional, de ahí a un régimen teocrático hay poco espacio.