Miles de iraquíes tomaron este sábado las calles de Bagdad para rendir homenaje y dar el último adiós al general iraní Qassem Soleimani y el líder miliciano Abu Mehdi Al Muhandis, asesinados durante un ataque con misiles lanzado por Estados Unidos en la capital iraquí.
La marcha comenzó en el templo del imán Kadhim en Bagdad, uno de los sitios más importantes del islamismo chií. La multitudinaria comitiva recorrió las calles junto a los vehículos de la milicia en una solemne procesión.
El memorial fúnebre en Bagdad marcó el comienzo de los días de duelo decretados por Soleimani. Se espera que el general tenga una despedida solemne en Irán y que su funeral será llevado a cabo en su ciudad natal, Kerman, el próximo martes.
Bajo el clamor de «Muerte a América», «La sangre no fue derramada en vano» o «América es el gran Satán», los miles de iraquíes condenaron el ataque de Washington.
«Estamos participando en una ceremonia para honrar a los líderes que contribuyeron a la victoria de Irak sobre el grupo terrorista del IS [Estado Islámico, por sus siglas en inglés] y rechazar que los estadounidenses conviertan el suelo iraquí en el escenario de su guerra y sus crímenes», indicó a El Mundo Karrar, un joven iraquí que asistió a los actos fúnebres.
«No queremos que los iraquíes sean parte de la propaganda estadounidense, que quiere anexionarse nuestro país», subrayó mientras desfilaba junto a la multitud por el distrito de Kazimiya en Bagdad
En la marcha participaron el primer ministro en funciones del país, Adel Abdul Mahdi, acompañado por el exprimer ministro Nuri al Maliki, y Hadi al Amiri, quien sustituirá al fallecido Abu Mahdi Al Muhandis, el jefe de la Organización Bard, la rama militar del Consejo Islámico de Irak.
Los féretros recorrieron las calles a bordo de camionetas y en un ambiente lúgubre fueron trasladados hacia la Zona Verde de Bagdad, el área donde se ubican embajadas y sedes gubernamentales y donde se celebró un funeral de estado, para luego continuar hacia la ciudad santa chiita de Kerbala y finalizar en la ciudad santa chií de Najaf, a unos 100 kilómetros y unos 160 kilómetros respectivamente al sur de Bagdad.
Los cuerpos de Soleimani y el resto de iraníes serán más tarde repatriados a Irán donde se realizarán varias ceremonias en su honor.
La primera de ellas tendrá lugar el domingo en la ciudad de Mashhad, a unos 850 kilómetros al este de Teherán. El lunes el funeral será oficiado en la capital, en las inmediaciones de la Universidad de Teherán y, un día después, los restos del general serán enterrados en su provincia natal, Kerman, reseñó El Mundo.
Soleimani, de 62 años, recibirá honores de héroe en su regreso a Irán y el presidente de la nación persa, Hasan Rohaní, advirtió que Estados Unidos»sentirá las consecuencias de este acto criminal, no solo hoy sino a lo largo de los años venideros».
«Los estadounidenses no se dieron cuenta del gran error que estaban cometiendo. Sin duda, EEUU es hoy mucho más odiado entre la gente de Irán e Irak«, declaró Rohaní durante el encuentro con los parientes de Soleimani.
«La venganza por la sangre del mártir Soleimani se consumará el día en el que a través de la lucha sin tregua se ampute para siempre la mano maligna de EEUU en la región«, subrayó.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, justificó el asesinato de Soleimani y señaló que ordenó el ataque para “detener una guerra”.
“Tomamos acciones anoche para detener una guerra, no para comenzar una guerra” expresó desde su residencia de Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida, sur).
Trump agregó que tiene “un profundo respeto por el pueblo iraní” y se atrevió a decir que su administración «no busca un cambio de régimen”.
Pese a que intentó presentar un discurso pacificador, culminó con las acostumbradas amenazas. “EE. UU. tiene con diferencia el mejor Ejército del mundo. Tenemos la mejor Inteligencia del mundo. Si los estadounidenses están amenazados en algún lugar, tenemos todos esos objetivos ya completamente identificados, y yo estoy dispuesto y preparado para tomar las medidas necesarias”, expresó.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó a reducir la tensión en el Golfo Pérsico, luego que Estados Unidos ejecutara el ataque militar contra Bagdad.
Guterres recordó que ha abogado constantemente por la reducción de las tensiones entre ambas naciones y aseveró que «este es un momento en el que los líderes deber ejercer la máxima moderación. El mundo no puede permitirse otra guerra el golfo Pérsico”.
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