Según un informe publicado esta semana por el Banco Mundial, la UNESCO y UNICEF, los niños de todo el planeta se están quedando rezagados desde el punto de vista educativo a causa de la pandemia de COVID-19.
El nuevo pronóstico revela que la repercusión es más grave de lo que se pensaba anteriormente y llama a los gobiernos, en particular de los países más pobres, a actuar.
La pandemia de COVID-19 paralizó los sistemas educativos de medio mundo. Casi dos años después de su inicio, muchos alumnos no han vuelto todavía a las aulas, lo que está provocando retrasos educativos en muchos chicos, según un reciente informe publicado por el banco mundial en colaboración con UNICEF y la Unesco.
Al respecto Saavedra, director de educación el Banco Mundial dijo que nosotros calculamos que, si los gobiernos no actúan rápido, puede haber una pérdida en los ingresos futuros de estos niños de 17 billones de dólares estadounidenses (en valor actual, o cerca del 14 por ciento del PBI mundial actual) que es una cifra altísima.
Señaló que el otro indicador que tienen es el de pobreza de aprendizaje, que es el porcentaje de niños que a los 10 años no puede leer y entender un texto. Dijo Saavedra que los más pobres han sido los más afectados. Los que han tenido menos posibilidades de tener un estímulo educativo durante la pandemia. Los más ricos han tenido algún tipo de acceso, gracias a la educación remota.
Especificó que son los niños de los grados más bajos donde se encuentran evidencias de pérdida de aprendizaje mucho más grandes. Tenemos también alguna evidencia en cuanto a inequidad en materia de género. Países donde hay menos aprendizaje entre las niñas que entre los niños.
En tal sentido los organismos internacionales alertan a empezar por regresar a la escuela. Creen que hay algunos países en América Latina donde los niños se han demorado mucho en regresar a la escuela. “Los países de la OCDE han regresado a la escuela con mucha mayor urgencia. No es la misma escuela de siempre. A veces son regresos parciales, unos días a la semana, pero ya es un regreso”, dijo Saavedra.
Indicó que en segundo lugar, es muy importante priorizar las habilidades fundamentales: lectura, escritura y habilidades numéricas. En tercer lugar, hay que mejorar la eficiencia del proceso de aprendizaje. Por ejemplo, un niño que actualmente debería ir a 5º grado en realidad está volviendo al aula con las competencias de 3º (donde se quedó antes del inicio de la pandemia). Los sistemas escolares tienen que adaptarse a las necesidades del niño, no a lo que dice la currícula.
Javier Saavedra llama los países a que dediquen más fondos de recuperación COVID-19 a la educación. Por el momento sólo se le ha dedicado un 3% de estos fondos.
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