Este viernes, el papa Francisco lanzó una ofensiva frontal contra las personas de la Iglesia que «predican la pobreza pero practican la riqueza» y solicitó a todos, comenzando por los obispos, que se despojen de ellas (sus riquezas) para ayudar a los hermanos en dificultades.
«Existen, tal vez no tantos, pero sí algunos sacerdotes, algunos obispos, alguna congregación religiosa, que profesa la pobreza pero viven como ricos«, dijo el Sumo Pontífice dejando de lado el discurso que tenía preparado para improvisar sus palabras. «Quisiera que estos ricos se despojaran más en favor de sus hermanos y de sus hermanas».
Francisco hizo esta demanda durante una audiencia con la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO), que se ocupa de realidades devastadoras de guerra y pobreza, en particular en Medio Oriente.
Además instó a la coherencia: «Existe un gran pecado en Medio Oriente, lo sufre la gente pobre, y es el pecado del deseo de poder, el pecado de la guerra, cada vez más fuerte, con armamentos sofisticados. La gente sufre, los niños en Medio Oriente sufren», dijo el Papa aludiendo también a las destrucciones de escuelas y hospitales.
«Está el gran pecado de la guerra, pero también nuestro pecado, el de la incoherencia entre vida y fe«, que hace que, aún teniendo disponibilidad, no se ayude a los hermanos con necesidades. Además, exigió a los «ricos», que también existen en la Iglesia, dar su contribución.
El Papa acusó después a las potencias mundiales: «Con respecto a las guerras e invasiones que a atraviesan algunos países del Medio Oriente, hoy sufre y llora (Medio Oriente) y las potencias mundiales los miran no con tanta preocupación por la cultura, la vida, la fe de esos pueblos, sino tratando de tomar un pedazo y adquirir mayor dominio».
El pontífice se declaró preocupado por la situación de los cristianos. «Existe el riesgo, no quiero decir la voluntad de alguien, de borrar a los cristianos. Un Medio Oriente sin cristianos no sería Medio Oriente», advirtió.
La situación de las Iglesias en Oriente Medio y las causas de la inmigración y los desafíos para la atención pastoral de los fieles orientales en Europa ocuparon el centro de la 91 Asamblea Plenaria de la ROACO, que sesionó del 19 de junio hasta hoy en la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma.(ANSA).