El papa Francisco instó este miércoles, a la comunidad internacional movilizarse ante la violencia y la persecución contra los cristianos en diversas partes del mundo, por el hecho de profesar uno u otro credo religioso.
Durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el Santo Padre aseguró que sigue de cerca con angustia la dramática situación de muchos creyentes.
El obispo de Roma apuntó que cada persona tiene el derecho de encontrar en su propio país seguridad y serenidad para profesar su fe.
Agregó que es importante la acción conjunta de quienes tienen responsabilidades políticas a nivel local e internacional y de todas las personas de buena voluntad, para poner fin a los conflictos y la ola de violencia generados contra los cristianos.
Además, el Sumo Pontífice añadió que lo peor es que la compleja situación no da visos de frenarse en un corto plazo, aunque recalcó la necesidad de no perder las esperanzas.
La actitud de un ministro no puede ser nunca autoritaria, sino misericordiosa, humilde y comprensiva, advirtió el Papa.
Asimismo, se refirió al difícil panorama que vive el Medio Oriente y condenó las acciones desarrolladas en esa región por el movimiento radical sunita Estado Islámico (EI).
Desde junio pasado, el EI proclamó un califato en varias zonas del territorio iraquí y sirio e inició una ofensiva contra grupos cristianos y yazidíes, los cuales se vieron forzados a abandonar sus hogares para salvar la vida.