Los países de la Unión Europea (UE) deben acelerar sus campañas de vacunación para poder alcanzar el objetivo comunitario de inmunizar al 70 por ciento de los europeos a finales del verano, asegura el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, para quien se trata de un «gran plan que debemos conseguir juntos» y un logro «posible».
«Las empresas farmacéuticas deben ser severamente sancionadas si han violado contratos o cometido fraude, pero (…) los planes nacionales deben acelerarse. La UE tiene el objetivo de vacunar al 70 % de los europeos a finales del verano, lo que significa 255 millones de ciudadanos. Hasta ahora, el 10 % de ellos han sido vacunados, lo que equivale a 25 millones», dijo.
Y se pregunta: «por ejemplo, ¿por qué no vacunar a los ancianos y vulnerables durante el día y a los jóvenes y sanos por la noche? ¿Quién lo impide? Los gobiernos deben darse prisa. En este momento, se han entregado 51 millones de dosis en la Unión Europea y se han administrado 29 millones», reseñó EFE.
El presidente de la Eurocámara se muestra muy crítico con los líderes europeos tras el último Consejo, que, según él, «puso de relieve problemas comunes, señaló los riesgos de una tercera ola de la pandemia y dejó en claro las disfunciones y los retrasos».
«Esperaba ver a algunos líderes asumir el verdadero desafío de este momento dramático y alzar la cabeza para decir que es necesario construir una verdadera política de salud europea. Nadie, en cambio, dijo que estaba dispuesto a transferir poderes nacionales a la Unión», explicó.
«Tras las ‘vacas locas’, se puso en marcha una política europea de salud animal que ha dado importantes resultados. ¿No merece la salud humana la misma protección? Es hora de tomar decisiones y los gobiernos nacionales deben ser muy claros», añade.
En su opinión, en la lucha contra la pandemia, «más que imaginar cierres, debemos impulsar la apertura de una nueva etapa que sea conveniente para la investigación, la salud, la inversión, el fortalecimiento del multilateralismo»,
Sassoli también se refirió a los retrasos en la entregas de vacunas por las farmacéuticas, que «deben ser severamente sancionadas si han violado contratos o cometido fraude», pero añade la industria «no ha podido seguir el ritmo de la ciencia, que ha llegado a la meta antes de lo esperado. Y se ha creado un déficit de producción».
Respecto al pasaporte sanitario, aseveró que el objetivo es disponer de él «en tres o cuatro meses» y se mostró convencido de que permitirá «una forma ordenada de proceder con la reapertura». «Me alegro de que mi propuesta haya sido aceptada por muchos gobiernos y en particular por el italiano», enfatizó.