China considera dar un paso más y aprobar la libertad total en el número de hijos, luego que en 2016 diera el histórico paso de acabar con la «política del hijo único» al permitir a todas las parejas tener dos vástagos. Medida que parece no haber bastado para resolver los problemas demográficos.
Por paradójico que pueda parecer, China, el país más poblado del mundo, tiene un creciente problema de escasez de mano de obra debido al rápido envejecimiento de su población.Situación que se esperaba frenar con el gran cambio de 2016.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Salud del gigante asiático, los adultos mayores actualmente representan un 17,3% de la población, una cifra que subirá a 34,9% en 2050 (487 millones de personas), lo que puede plantearse como un grave problema para el futuro del país.
Cambio poco efectivo
Abortos forzosos o hijos criados a escondidas fueron algunos de los efectos negativos de una política especialmente dañina para la mujer, por el abandono de millones de niñas (muchas familias que podían tener solo un hijo querían que fuera niño) o los abortos selectivos de fetos con este sexo que han dejado el país con casi 40 millones de hombres más que de mujeres. La política ha tenido un alto coste.
Autoridades, familias y expertos parecen coincidir en que el cambio de 2016 fue puramente cosmético y poco efectivo, por lo que está ganando cada vez más fuerza la idea de que Pekín permita a las familias chinas tener los hijos que quieran, e incluso que les incentive para ello con ayudas económicas.
«Va a aprobarse en poco tiempo, quizá incluso el año que viene», vaticina a Efe Lu Jiehua, catedrático de Sociología de la Universidad de Pekín, quien subraya que «se observará durante un periodo si con esa total libertad pueden aliviarse los problemas, y si no se tomarán más medidas para fomentar la maternidad».
Mientras que algunas filtraciones adelantaban en mayo pasado que el Gobierno del primer ministro, Li Keqiang, ya tiene sobre la mesa estudios de viabilidad de cara a aprobar la medida quizá en el Congreso del Partido Comunista de este otoño o si no en el plenario anual del Legislativo de marzo de 2019.
La total liberalización daría el verdadero carpetazo final a las severas políticas de control demográfico, iniciadas en 1979 y que permitió a Pekín ayudar al país al sacar de la pobreza a cientos de millones de personas evitando la superpoblación.
En China la tasa indica que la media de hijos por mujer en edad fértil) es del 1,05, lejos del 2,01 necesario para garantizar que la población no disminuya.
El servicio de Correos chino presentó esta semana el sello que en 2019 celebrará la entrada en el Año del Cerdo en el horóscopo oriental, donde aparece una pareja de estos animales junto a tres cochinillos: según muchos, ésa es la verdadera confirmación de que el Gobierno va a pedir a sus ciudadanos muchos más hijos.