Tras un intento de autogolpe, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se vio obligado este martes a retroceder en su decisión de imponer la ley marcial, luego de una jornada de intensas protestas y una votación en el Parlamento en su contra.
La medida, justificada por el mandatario bajo acusaciones contra la oposición de realizar actividades contra el Estado y simpatizar con Corea del Norte, desató una ola de críticas tanto internas como internacionales.
Yoon Suk-yeol decretó la ley marcial el contexto de una fuerte caída en su popularidad y luego de que el Partido Democrático -de oposición y con mayoría en la Asamblea Nacional- aprobara un recorte de 3 mil millones de dólares al presupuesto que había presentado el Partido del Poder Popular, la colectividad oficialista.
Además, la oposición también había aprobado la destitución del fiscal general y del director de la Junta de Auditoría, organismo encargado de monitorear las cuentas de reparticiones públicas, lo cual se produjo en medio de graves imputaciones de corrupción contra el líder surcoreano, su esposa y otros altos funcionarios del Gobierno.
En respuesta a la medida, miles de ciudadanos se congregaron frente al Parlamento en Seúl, exigiendo la revocación de la ley. Mientras que los legisladores, en medio del asedio de las fuerzas militares desplegdas alrededor del Parlamento, votaron en contra de la ley marcial, por una mayoría de 190 votos, de sus 300 miembros presentes, quienes consideraron que representaba un abuso del poder presidencial.
La Confederación Coreana de Sindicatos también se unió al rechazo generalizado, convocando a una huelga general con el objetivo de presionar por la caída del gobierno de Yoon.
Presidente Yoon Suk-yeol se vio forzado a retroceder y levantar la ley marcial
Finalmente, a las 4:50 de la madrugada (hora local), en medio de la creciente tensión y protestas de la ciudadanía, el presidente se vio forzado a ceder y revocar la ley marcial, ya que según la ley surcoreana, el jefe de Estado debe levantar esta medida si el Parlamento lo exige por mayoría de votos.
“He aceptado la decisión tomada por la Asamblea Nacional de disolver y levantar la ley marcial”, afirmó Yoon Suk Yeol, en un discurso a la nación desde la residencia presidencial en Seúl, citado por la agencia de noticias estatal Yonhap.
Además, declaró que había ordenado “la retirada de las fuerzas militares que participan en la aplicación de la ley marcial”.
Sin embargo, los sindicatos mantienen su llamado a huelga para exigir la destitución del mandatario, consignó HispanTV.