Cataluña se ha movilizado en los últimos días para manifestar la demanda ciudadana de poder realizar el referéndum para definir su posible independencia de España, la que se ha encontrado con la férrea y dura resistencia del gobierno encabezado por Mariano Rajoy, que a través del Tribunal Constitucional y presiones políticas busca bajar la consulta del 1 de octubre.
En ese escenario, la tensión política ha quedado de manifiesto en estos días y ha puesto al presidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont, en la primera fila por su firme postura de impulsar el referéndum y, al mismo tiempo, de enfrentar al gobierno español.
Puigdemont, en entrevista con La Tercera, sostiene que desde España no han surgido propuestas para responder a las demandas catalanas y recalca que «cuando propusimos el estatuto de autonomía, cuando propusimos un pacto fiscal, nos dijeron que no. Cuando propusimos en el marco de la Constitución española la transferencia de la competencia para hacer una consulta no vinculante en Cataluña, nos dijeron que no. Cuando incluso le propusimos una serie de puntos muy prosaicos y muy concretos de incumplimientos del Estado, nos dijeron que no».
Junto con eso recalca que «nosotros hemos invitado a un diálogo sin condiciones, y que no nos digan que para dialogar tienen que renunciar a lo que es lo que ha votado la gente. Sin embargo, no les exigimos ninguna condición previa para sentarnos a negociar y a escuchar ¿Tienen algo sobre qué hablar? Cuando he hecho esa pregunta la respuesta ha sido nada. Entonces no vale la pena recorrer un camino que ya lo recorrimos el 2005 y 2006».
Respecto de la posición asumida por Mariano Rajoy, el presidente catalán responde con tono de pregunta: «¿Por qué este señor está renunciando a hacer política? ¿Por qué lo envía todo a los jueces, a la policía, al Tribunal Constitucional? ¿Por qué él, que tiene la máxima responsabilidad, no hace su trabajo que es hacer política? Yo no tengo la respuesta, porque no lo conozco tanto, como para responderlo».
«Creo que es una enorme irresponsabilidad el no hacer política, es una delación de la función principal que tiene el primer ministro. Reconocer que hay un problema político y proponer soluciones. Oiga, usted reconoce que hay un problema entre Cataluña y España porque lo ve todo el mundo, no sé si se ha dado cuenta» profundiza el jefe del gobierno catalán.