El Departamento de Justicia del Gobierno de Cataluña avaló el pasado 14 de julio la propuesta de las cárceles catalanas de conceder el tercer grado a los líderes independentistas algunos de los cuales llevan más de 1.000 días en prisión, desde octubre de 2017
Meta: Desde este viernes los nueve líderes del independentismo catalán presos por el proceso separatista de 2017 disfrutan del régimen de semilibertad que les permite pasar el fin de semana en sus hogares.
Desde este viernes los nueve líderes del independentismo catalán presos por el proceso separatista de 2017 disfrutan del régimen de semilibertad que les permite pasar el fin de semana en sus hogares.
Los detenidos abandonaron este viernes las cárceles en las que cumplen condena para disfrutar por primera vez del mencionado régimen.
La semilibertad obliga a los reclusos independentistas, que fueron condenados a penas de 9 a 13 años, a dormir en un centro penitenciario únicamente de lunes a jueves.
«El tercer grado no es nada. Seguiremos luchando para que se acabe toda la represión, el retorno de los exiliados y por la autodeterminación de Cataluña. Viva la República Catalana», escribió en redes sociales Jordi Cuixart, antiguo líder de la organización civil Ómnium Cultural.
El Departamento de Justicia del Gobierno de Cataluña avaló el pasado 14 de julio la propuesta de las cárceles catalanas de conceder el tercer grado a los líderes independentistas algunos de los cuales llevan más de 1.000 días en prisión, desde octubre de 2017.
Según reportan medios locales, la primera en salir de prisión fue la expresidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, que abandonó la prisión de Wad Ras a las siete de la mañana.
Más tarde salieron de la cárcel de Lledoners el exvicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, el anteriormente citado Jordi Cuixart, y otros antiguos integrantes del Ejecutivo autonómico como Jordi Turrull y Raül Romeva.
Finalmente, también abandonaron sus centros penitenciarios los exconsejeros Jorsep Rull y Joaquin Forn, Dolors Bassa y el líder de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez.
La normativa prevé que, en el tiempo que pasen fuera de la cárcel, los internos en tercer grado puedan trabajar y tener una participación plena y responsable en la vida social.
Esto implica que los políticos catalanes podrán participar en la vida diaria de sus organizaciones, pero seguirán sin poder ostentar un cargo público, ya que la condena impuesta por Tribunal Supremo también incluyó penas de inhabilitación.
Con información de Sputnik
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