El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sido citado este lunes para declarar ante la policía como parte de la investigación sobre el caso ‘Qatargate’, que involucra a dos de sus asesores cercanos, Eli Feldstein y Yonatan Urich. Los dos fueron detenidos en las últimas horas por su presunta vinculación con pagos ilegales provenientes del gobierno de Qatar, destinados a promover una cobertura mediática favorable al país árabe en los medios israelíes, especialmente en el marco del Mundial de Fútbol 2022.
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Según fuentes policiales, Netanyahu prestará testimonio en su oficina de Jerusalén, una medida excepcional que se aleja de la práctica habitual de acudir a una instalación policial. La citación fue emitida por la fiscal general, quien instó a actuar con rapidez en el caso. Se espera que el primer ministro testifique en los próximos días, dependiendo de su agenda.
El escándalo ha sacudido la política israelí, ya que los investigadores exploran la posibilidad de que estos pagos a los asesores estuvieran destinados a influir en la opinión pública israelí durante el evento deportivo internacional, utilizando la visibilidad global del Mundial para favorecer a Qatar. Las acusaciones de sobornos, fraude y abuso de confianza se centran en Feldstein y Urich, quienes supuestamente canalizaron fondos a cambio de manipular la cobertura mediática en beneficio de Qatar.
El partido Likud, liderado por Netanyahu, ha calificado las investigaciones como una “caza de brujas”, acusando al Fiscal General y al servicio de inteligencia Shin Bet de orquestar una campaña contra el gobierno. La situación se complica aún más por la detención de Feldstein y Urich, quienes también están siendo interrogados en relación con otro caso de filtración de documentos clasificados, conocido como los ‘BibiLeaks’.
En medio de este clima de tensión política y judicial, Netanyahu también se encuentra en el centro de otra controversia: el intento de destitución del jefe de la agencia de seguridad interna Shin Bet, Ronen Bar. A pesar de que el Tribunal Supremo de Israel suspendió temporalmente la destitución de Bar, Netanyahu ha insistido en su derecho a nombrar a quien considere adecuado para el cargo, designando a Eli Sharvit, ex comandante de la Marina israelí, como el nuevo director de la agencia.
Este cúmulo de escándalos ha colocado a Netanyahu en una situación cada vez más delicada, en la que las investigaciones por corrupción y la creciente presión política amenazan con empañar su gobierno y su liderazgo en Israel. La incertidumbre sobre el futuro político de Netanyahu se acentúa en un momento en que su gobierno enfrenta fuertes críticas por su manejo de cuestiones internas y externas, y la confianza de los ciudadanos en su administración sigue disminuyendo.
Foto: El Ciudadano
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