Donald Trump sigue firme en su política de hacerse notar: que hablen mal o bien, pero que hablen. Haciendo al mundo acostumbrarse a sus desmanes, el presidente estadounidense obligó a una cumbre extraordinaria de la OTAN para extorsionar a sus socios para que incrementaran su gasto militar, y en parte lo logró. Y hasta soltó una sorprendente frase con respecto a Vladimir Putin.
En ese contexto, Trump se atrevió a declarar, inesperadamente, que no consideraba al Presidente ruso como un enemigo, sino como un «competidor». Así fue textualmente la cosa: «¿Es un enemigo? No es mi enemigo. ¿Es un amigo? No, no lo conozco lo suficientemente bien«, dijo.
Luego agregó: «Espero que nos llevemos bien, creo que nos llevamos bien […]. Pero, básicamente, es un competidor, representa a Rusia y yo represento a Estados Unidos«. Después, remató con esta frase: «Con suerte, algún día podría ser amigo, podría pasar, pero no lo conozco bien».
A los alemanes les dijo otra cosa
Si algo cambió en el estilo de la Casa Blanca con Trump es que, a diferencia de la mayoría de sus antecesores, no trata de humillar sólo a los pueblos y gobiernos del Sur, sino que también practica el avasallamiento contra sus socios del Norte.
En Bruselas, el multimillonario precisamente se involucró en los asuntos internos de Alemania para decir que los protege de un enemigo. Sí, nada más y nada menos que de la Rusia que gobierna Vladimir Putin.
Todo pasó en cuestión de unas horas. En un momento era un competidor y de repente se transformó de nuevo en el «enemigo».
Volvamos al tema de Alemania. Trump se dio el lujo de regañar en público al gobierno germano. Afirmó que Alemania es «prisionera» de Rusia debido a la construcción del Nord Stream 2. «Tenemos que solucionar lo que está pasando con el gasoducto», expresó. «Quizás todos tengan una mejor relación con Rusia, así que habrá muchos menos problemas con el gasoducto, pero para mí fue un punto de disputa importante. Lo hemos discutido en detalle», agregó.
Fue literal Trump, subrayó no sólo lo anterior, sino que dijo que Alemania «es prisionera de Rusia porque recibe mucha de su energía». Se lo contó en una reunión al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. «No es normal», «ellos pagan miles de millones de dólares a Rusia y tenemos que defenderlos de Rusia».
Stoltenberg respondió después que no depende de la Alianza decidir sobre la construcción del gasoducto Nord Stream II que conectará Rusia directamente con Alemania. Merkel también respondió diciendo que su país decide de manera «independiente».
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, también mostró su desacuerdo con las declaraciones del presidente, y ha asegurado que «no somos prisioneros» de Moscú o Washington. «Somos uno de los garantes del mundo libre, y eso seguirá así».
Lo cierto es que Trump le dijo a los alemanes y a la «todopoderosa» Merkel que es él quién los defiende de un enemigo: Rusia. A confesión de parte, relevo de pruebas.