La renuncia de EE. UU. a sus planes de imponer sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2 no evidencia cambios sistémicos en la política exterior de Washington, sino que estima que esas medidas ya no tienen sentido porque el proyecto se ha concretado, afirmó el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
«No tenía sentido seguir actuando en contra e imponer sanciones ahora que lo hemos completado: la primera rama está construida. Parece que han renunciado a imponer sanciones. Pero se comportan a su antojo y de tal manera que, en esencia, pasa por alto absolutamente los intereses de otros lados de comunicación internacional», expresó el mandatario ruso al canal Rossiya 24.
Putin acentuó que lo que Washington hacía hasta ahora contra el proyecto claramente contradecía los intereses de Alemania y otros países europeos.
El Nord Stream 2 es un gasoducto que consta de dos tuberías paralelas, con una longitud total de 1.230 kilómetros, que permitirá duplicar el suministro de gas natural desde Rusia hasta Alemania a través del mar Báltico.
La compañía energética rusa Gazprom está completando la construcción con sus propios medios, puesto que las sanciones estadounidenses obligaron al contratista suizo a abandonar el proyecto.
Desde el principio, EE. UU. se opuso rotundamente al Nord Stream 2, a la vez que ha promovido la venta de su propio gas licuado a Europa. En mayo, la Administración estadounidense impuso sanciones contra el operador de las obras del gasoducto, la empresa Nord Stream 2 AG, controlada por Gazprom, pero las levantó de inmediato debido a preocupaciones de interés nacional.
El presidente estadounidense Joe Biden explicó que sería «contraproducente» sancionar a países aliados por un proyecto que ya se acerca a su finalización. Sin embargo, el Departamento del Tesoro sancionó a 13 barcos rusos y tres entidades, incluido un servicio de rescate marítimo, por su participación en la construcción del gasoducto.
Este martes, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, señaló que «hay una diferencia entre completar físicamente la construcción y poner en marcha el gasoducto», y recordó que EE. UU. y otros países tienen «oportunidades para lidiar con aquellos que proporcionen seguros o permisos» para su operación, que la Administración de Joe Biden aún estima que es «una mala idea».
Fuente: RT.