¿Qué idiomas son más fáciles y difíciles de aprender para los hispanohablantes?

Los hispanohablantes, tenemos mayor facilidad para comprender y hablar lenguas romances o neolatinas como el portugués, el italiano, el francés, el rumano o el catalán. El idioma ruso, las lenguas eslavas y el japonés, pese a que tienen alfabetos diferentes, presentan unos sonidos muy básicos y similares a los de la fonética española.

¿Qué idiomas son más fáciles y difíciles de aprender para los hispanohablantes?

Autor: Mauricio Becerra
 idiomas

Aunque la dificultad asociada al aprendizaje de un idioma no responde a causas exactas, sí que existen algunos factores que influyen a la hora de aprender con mayor o menor facilidad otra lengua.

Las lenguas romances

En el caso de los hispanohablantes, tenemos mayor facilidad para comprender y hablar lenguas romances o neolatinas como el portugués, el italiano, el francés, el rumano o el catalán, entre otras. Estos idiomas comparten con el español las mismas o similares estructuras gramaticales y buena parte de su léxico y vocabulario.

Sin embargo, la familiaridad de estos idiomas puede resultar contraproducente, ya que muchos no creen necesario seguir estudiándolos por la sencilla razón de que «me puedo hacer entender», explica la lingüista Beatriz Gabbiani de la Universidad de la República de Montevideo (Uruguay), recoge ‘BBC Mundo’.

Aunque parezca extraño, Gabbiani afirma que el idioma rumano resulta fácil de aprender para los hispanohablantes, debido a que es una lengua neolatina y comparte muchas familiaridades con el castellano, algo que se aprecia a simple vista con pararse a leer un texto escrito en rumano.

El factor fonético

Desde el punto de vista de un hispanohablante, el secreto para aprender cualquier idioma pasa por comprender su lógica gramatical, practicarla y hablar mucho. Sin embargo, hay idiomas con reglas gramaticales más complejas y amplias que otros. Por ejemplo, el inglés está considerado como una de las lenguas más simplificadas que existen en el mundo y, por tanto, más fáciles de aprender.

No obstante, existe otro factor que juega en nuestra contra, y en contra de los nativos que hablan idiomas como el francés o el inglés: el factor fonético, pues las palabras no se pronuncian igual que como se escriben. «Para un hispanohablante, el alemán es fácil en lo que se refiere a la pronunciación, quizás más fácil que el francés y el portugués, pero en la escritura, la gramática del alemán es muy diferente a la del español y se vuelve sumamente difícil», apunta Gabbiani.

En este contexto de dificultad, nos puede resultar más complicado aprender idiomas como el árabe o el chino, donde no sólo la fonética difiere de la nuestra, si no que es mucho más extensa, a lo que se suma el uso de otro tipo de alfabeto que nada tiene que ver con el latino. Sin embargo, el idioma ruso, las lenguas eslavas y el japonés, pese a que también tienen alfabetos diferentes, presentan unos sonidos muy básicos y similares a los de la fonética española, por lo que la pronunciación es muy parecida.

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