Durante cuatro días, la ciudad de Davos, Suiza, se erige como la capital del libre mercado. Líderes políticos y de empresas internacionales participan del Foro Económico Mundial, entre ellos el presidente argentino Mauricio Macri, su ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay y la canciller Susana Malcorra, quienes vienen reclamando la necesidad de «abrirse al mundo» para conseguir inversiones. Ante este escenario, la voz del Papa Francisco sonó fuerte ayer cuando les reclamó a los participantes del Foro que «no se olviden de los pobres».
«Hay una clara necesidad de crear nuevas formas de actividad empresarial que, mientras fomentan el desarrollo de tecnologías avanzadas, sean también capaces de utilizarlas para crear trabajo digno para todos, sostener y consolidar los derechos sociales y proteger el medioambiente. Es el hombre quien debe guiar el desarrollo tecnológico, sin dejarse dominar por él», sostuvo el pontífice en un texto difundido ayer por la Santa Sede.
«¡No se olviden de los pobres! Este es el principal desafío que tienen ustedes, como líderes en el mundo de los negocios», exigió el argentino a los empresarios convocados en Davos. «Llorar por la miseria de los demás no significa solo compartir sus sufrimientos, sino también y sobre todo, tomar conciencia de que nuestras propias acciones son una de las causas de la injusticia y la desigualdad», agregó.
No es la primera vez que Francisco alerta sobre la otra cara de los negocios del capitalismo y la necesidad de tener presente siempre la demanda del trabajador. «Como he señalado muchas veces, y lo reitero ahora con mucho gusto, la actividad empresarial es `una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos`, especialmente `si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común`», dijo esta vez.
«Como tal –continuó-, tiene la responsabilidad de ayudar a superar la compleja crisis de la sociedad y del medio ambiente, y luchar contra la pobreza. Esto hará que sea posible mejorar la precaria condición de vida de millones de personas y cerrar la brecha que da lugar a numerosas injusticias, que erosiona los valores fundamentales de la sociedad, como la igualdad, la justicia y la solidaridad».
Aunque nada indica que haga especial referencia al momento actual de la Argentina, el Papa aportó un párrafo que cuestiona, por elevación, los despidos, justo en medio de los reclamos de trabajadores argentinos por las bajas de contratos que se vienen denunciando y anunciando en el país desde la asunción de Macri como presidente, tanto en el empleo estatal como en el ámbito privado.
«Los albores de la así llamada `cuarta revolución industrial` han sido acompañados por una creciente sensación de la inevitabilidad de una drástica reducción del número de puestos de trabajo. Los últimos estudios conducidos por la Organización Internacional del Trabajo indican que, en la actualidad, el desempleo afecta a cientos de millones de personas», precisó Francisco.
«La ‘financialización’ y la ‘tecnologización’ de las economías globales y nacionales, han producido cambios de gran envergadura en el campo del trabajo», agregó. Y puso el énfasis en algunas consecuencias como «menos oportunidades para un empleo satisfactorio y digno, conjugado con la reducción de la seguridad social, están causando un inquietante aumento de desigualdad y pobreza en diferentes países».
Del Foro Económico Mundial participan, entre otros, el vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y su par de Gran Bretaña, David Cameron, quien hoy se reunirá con el mandatario argentino en un encuentro bilateral.
Fuente: Tiempo Argentino