Estados Unidos se enfrenta a un problema poblacional que podría traer desafíos económicos particulares, especialmente si se siguen al pie de la letra los planes propuestos por el presidente Donald Trump para la “inmigración basada en el mérito” y el aumento de la seguridad fronteriza.
La afirmación la hizo el estratega global en jefe de JPMorgan Funds, David Kelly, quien manifestó que esta situación no está siendo abordada por los políticos y argumentó que el déficit poblacional no recibe tanta atención como las preocupaciones sobre las tasas de interés, la guerra comercial y las ganancias corporativas.
El tema radica en que la población de Estados Unidos está envejeciendo y los millennials ―población de nacidos desde 1981 a 1999― tienen menos hijos que las generaciones anteriores.
Para Kelly, la combinación de miembros de la generación de los boomers (1946 -1964), que están jubilados, y la escasez de estadounidenses en edad de trabajar genera un problema que “es particularmente incómodo para la economía”.
Sugerencias
El estratega aconseja que Estados Unidos debe plantearse mejor el tema de la reducción de la inmigración, “al menos mientras el baby boom se está retirando”.
Con el propósito de abastecer la economía con trabajadores nuevos para igualar el número inevitable y creciente de dependientes.
Cambios demográficos y robots
Según Kelly, el Gobierno “debería trabajar para reducir tanto las barreras comerciales como el nivel del dólar” y de esta manera ayudar a las empresas estadounidenses a acceder a mercados de más rápido crecimiento en el extranjero.
El crecimiento de las ganancias puede desacelerarse, los rendimientos de los bonos seguirán cayendo y los retornos en general serán más bajos.
El estratega manifestó que la construcción de viviendas y las ventas de automóviles no serán las industrias en auge que normalmente han estado en una economía fuerte, ya que “habrá una proliferación cada vez mayor de inteligencia artificial y robótica en la economía para compensar la falta de trabajadores”.
Situación de los inmigrantes
Actualmente, la mayoría de los inmigrantes pueden solicitar la ciudadanía tras cinco años de ser residentes permanentes en ese país y pasar un examen especial. Sin embargo, los recientes cambios que impulsa Trump podrían revertir esta tendencia.
El mandatario plantea un nuevo esquema que mantendría el 1,1 millón de visas de residencia permanente, pero reduciría por la mitad las visas por vínculos familiares, de un 66 % a un 33 %, y aumentaría las visas por trabajo del 12 % al 57 %.