Los aguacates dejarán de servirse en el menú de los restaurantes de Irlanda, por ser un producto no sostenible en el norte de Europa y para evitar contribuir con las guerras de cárteles que existen detrás del negocio del fruto en México.
Así lo dio a conocer JP McMahon, reconocido chef irlandés y ganador de una estrella Michelin, uno de los mayores galardones para cocineros y restaurantes en el mundo.
Esta celebridad de la cocina aseguró que dejará de servir aguacate en sus platillos para no contribuir al contexto de violencia que existe en la nación azteca.
«No los uso por el impacto que tienen en los países de donde provienen: la deforestación en Chile, la violencia en México. Para mí, son similares a los pollos», declaró McMahonal al diario Independent.
Aprovechó la oportunidad de hacer un llamado a todos los restaurantes irlandeses para que «hagan un esfuerzo consciente de no consumir aguacates o al menos reducir la cantidad que usan. Pueden obtener aguacates de comercio justo, donde la mayoría no se producen de esta manera», dijo.
Con el chef coinciden otros restauradores de la zona que han considerado no incluir el fruto popular en sus platos, debido a que ha dejado miseria y dolor a las familias productoras mexicanas.
De acuerdo con los testimonios de los productores de Michoacán, zona aguacatera de este estado que comprende municipios como Uruapan y Tancítaro, grupos del crimen organizado extorsionan a los trabajadores del campo bajo la amenaza de violencia, razón por la que han denominado al fruto como «aguacates de sangre» en la región occidental de México.
Principal productor
México es el principal productor de aguacate en el mundo, con 1.600.000 toneladas anuales, que representan cerca del 45% de la producción global; en los últimos años esta situación generó la fiebre del aguacate debidoa al crecimiento en los ingresos que da este negocio, incluso la nación recibe más divisas por la comercialización de este rubro que por el petróleo.
La mayor parte de la producción aguacatera se desarrolla en Michoacán, generando el 84,9% de la producción total a escala nacional.
El «oro verde»
El agua también denominado en la nación azteca como el «oro verde» se convirtió en un millonario negocio que además fomenta la delincuencia, trayendo consigo que este país no solo gane más dinero, sino que familias hayan caído en ruinas, muerte y temor.
La industria ha sido tan lucrativa porque los narcos de cárteles mexicanos se agruparon y bajo distinto frentes han desatado una guerra de extorsiones para controlar y despojar a los productores del campo con el fin de obtener todos los ingresos de la producción.
El Sistema de Información Arancelaria (SAVI) y la Secretaría de Economía de México precisaron que para el año 2016, el comercio del aguacate produjo 2.220 millones de dólares en ganancias.
Uno de los mayores consumidores de esta fruta procedente de México es EE.UU. Prueba de ello es que solamente el día del Súper Bowl (la final del fútbol americano) se consumen 100.000 toneladas, con ganancias que se estiman en 200 millones de dólares.
Doctrina del aguacate
La industria del aguacate fue controlada por Nazario Moreno González, conocido como «El Más Loco» y líder del cartel de la «Familia Michoacana», quien creó una doctrina religiosa que justificaba el asesinato y el negocio criminal.
Luego de asesinato de Moreno por la Policía en 2010, la organización delictiva se desintegró y asumió el control un cártel de droga llamado «Los Caballeros Templarios», que impuso la táctica de extorsión apoyado por las autoridades locales que los proveía de datos, de quiénes eran los productores de aguacate en el estado y determinaba cuánto debía pagar cada uno de ellos.
Los agricultores pagaban anualmente por hectárea que cultivaban (alrededor de 100 dólares) y por cada kilo de aguacate que crecían (unos 10 centavos) y los que se negasen a pagar les secuestraban a sus familiares.
El cártel involucró en el negocio de aguacate desde los cosechadores hasta los fabricantes de fertilizantes. Además, se adueñó de una parte de las plantaciones, utilizando las mismas para el lavado de dinero del tráfico de drogas. El aguacate, generaba unos 150 millones de dólares al año para el cártel, según las autoridades.
Otra mafia
El Gobierno mexicano envió a militares y fuerzas adicionales policiales al estado de Michoacán en el 2013, no obstante la extorsión no se detuvo y para febrero de ese mismo año, agrupaciones integradas por civiles y que se autodeterminaron milicias o autodefensas se enfrentaron a «Los Caballeros Templarios» alegando que estos criminales habían sumido la región en la violencia y la ineficiencia de los funcionarios para luchar contra las agresiones y la extorsión.
Esta organización comunal llamada «Los vigilantes» y originada en el pueblo de Tancítaro que llevaba ilegalmente armas provenientes de EE.UU. y que se convirtieron en ejemplo de otras bandas más, pasaron a ser otra mafia de la región y de los aguacates.
Algunas milicias fueron legalizadas y sus escuadrones recibieron estatus oficial y financiamiento por las autoridades, así como de los productores de aguacate locales que recuperaron sus plantaciones por estas agrupaciones que actúan en nombre de otro cártel.
La Asociación de Productores de Aguacate ha insistido que la situación en el estado se halla bajo el control de las autoridades. Mientras que a la luz pública todos saben que entre las mafias que luchan por el control del mercado de aguacates está el Cártel Jalisco Nueva Generación. Los pobladores y productores, esperan un milagro para dar freno al narco y a las extorsiones.
https://youtu.be/fBpIz7vpHpc
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