Los mandatarios de Estados Unidos y Corea del Norte firmaron este martes un acuerdo en Singapur donde se comprometen a trabajar por la desnuclearización de la Península de Corea así como la paz y prosperidad de esa región.
En el acuerdo suscrito entre el norteamericano Donald Trump y Kim Jong-un también acordaron recuperar los prisioneros de guerra del conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur, así como su repatriación en el menor tiempo posible.
Ambos líderes se reunieron en privado durante casi cuarenta minutos acompañados solo por los traductores y posterior a eso, celebraron un almuerzo de trabajo con los principales asistentes de ambos países.
El primero en emitir declaraciones fue el presidente norteamericano quien expresó que las conversaciones fueron “mejor que cualquiera podría imaginar y para él era todo un honor participar en la reunión con el líder norcoreano”.
Por su parte Kim dijo “Mucha gente en el mundo pensará que esto es una fantasía de una película de ciencia ficción ya que ambos presidentes superaron muchos obstáculos para llegar a la cumbre”.
Para Trump, el documento firmado entre ambos mandatarios, se trata de un acuerdo muy completo para resolver un grave y peligroso problema para todo el mundo. Sin embargo los analistas norteamericanos señalan que el acuerdo no difiere mucho al firmado por Kim y el mandatario de Corea del Sur, Moon Jae-in, después de la reunión conjunta en el sur de la zona desmilitarizada que se realizó en abril.
El Documento
El acuerdo firmado por ambos mandatarios en Singapur consta de cuatro puntos principales, según informa el diario The Guardian de Inglaterra que tuvo acceso al mismo.
El primero de ellos es: Los Estados Unidos y la RPDC (La República Popular Democrática de Corea) se comprometen a establecer nuevas relaciones entre EE.UU. Y RPDC de conformidad con el deseo de paz y prosperidad de los pueblos de los dos países.
Para los analistas, esto es un divorcio total a la retórica tradicional que caraterizó la relaciones entre Washington y Pyongyang, donde se señalaba a Estados Unidos como un enemigo que intentaba destruir a su gobierno y a su pueblo.
También refleja el deseo de Kim de centrarse en el progreso económico, ahora posiblemente con asistencia estadounidense, habiendo logrado su objetivo de desarrollar armas nucleares capaces de amenazar a los Estados Unidos y llevar al presidente a la mesa de negociaciones.
El segundo punto es: Los Estados Unidos y la RPDC se unirán a sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la Península de Corea.
No existe un compromiso directo de formalizar un tratado de paz para reemplazar el armisticio firmado al final de la guerra de Corea que se inició en 1953, pero está implícita la voluntad de llegar a ello.
Para trabajar en el acuerdo de paz requeriría la participación de China y otros países que tomaron parte en el conflicto. Como se esperaba, Trump ofreció garantías de seguridad «no especificadas» a Corea del Norte, un gesto cuya vaguedad coincide con el compromiso de Kim de desnuclearizarse.
El tercer punto aborda la Declaración firmada por ambos líderes coreanos en Panmunjom el 27 de abril de este año, donde Corea se compromete a trabajar hacia la desnuclearización completa de la Península de Corea.
Según los expertos, este es el punto más álgido del acuerdo y quizás la más problemática ya que no cumple con el objetivo de Washington del desmantelamiento completo, verificable e irreversible del arsenal nuclear norcoreano.
En el punto, no se define el concepto de desnuclearización según los analistas. Para ellos se entiende que Washington quiere que Corea del Norte abandone sus ambiciones nucleares, pero para Pyongyang, la desnuclearización también debería incluir la retirada del escudo antimisiles de Estados Unidos sobre Corea del Sur y la retirada de las tropas norteamericanas que superan más de 28 mil soldados en la frontera.
Y como último punto: Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a recuperar los restos de prisioneros de guerra, incluida la repatriación inmediata de los ya identificados.
Este es uno de los legados del conflicto de la guerra entre ambas naciones que inició en1950 hasta 1953. Los expertos señalan que cerca de 5.300 norteamericanos se encuentran en Corea del Norte y son recuperables pero debido a una tensa relación entre los dos países, no hubo más conversaciones desde 2005.
Video de la firma del acuerdo
https://www.elciudadano.cl/mundo/primera-vez-apreton-manos-lideres-eeuu-y-norcorea/06/11/