Rusia informó que aún no ha recibido la información solicitada a Alemania para darle claridad a la situación con el opositor ruso Alexéi Navalni, así lo afirmó el portavoz el Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov recordó que las pruebas de Navalni tomadas en Rusia no mostraron presencia de sustancia tóxica alguna.
«No tendemos a rechazar nada, solo queremos comprobar y averiguar de qué se trata, para comparar» afirmó Peskov, al añadir que para ello «es imperativo tener la información necesaria, la cual, lamentablemente, por ahora no nos proporcionan».
Según la parte alemana, en las pruebas biológicas tomadas al paciente en el hospital en Berlín, supuestamente fueron encontradas inequívocamente las huellas de la sustancia tóxica Novichok.
El 14 de septiembre, el Ministerio de Exteriores alemán declaró que esa conclusión había sido corroborada también por laboratorios de Suecia y Francia, y que las muestras tomadas a Navalni habían sido proporcionadas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Peskov reiteró que la nación euroasiática ha solicitado las pruebas para determinar si aplica una investigación penal, pero Alemania no ha respondido a la solicitud.
Recuperación de Navalni
Por su parte, el activista Alexéi Navalni, quien recibió este miércoles el alta hospitalaria, declaró que se propone seguir la recuperación bajo el control de un fisioterapeuta para recuperar el control de algunos movimientos corporales.
Se conoció que Navalni ya no necesita tratamiento hospitalario y planea acudir diariamente a un fisioterapeuta en un centro de rehabilitación.
A través de las redes sociales el oponente a Putin dio a conocer su plan de recuperación.
«Poder permanecer de pie sobre una pierna. Recuperar el total control de los dedos. Mantener el equilibrio«, precisó.
Según el activista, él no puede lanzar una pelota con la mano izquierda, ni tampoco escribir a mano.
Navalni fue trasladado a Berlín desde Rusia el 22 de agosto, después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un «trastorno metabólico».
El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania muestran que Navalni fue envenenado con una sustancia del grupo Novichok, incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Convención sobre Armas Químicas.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín. Las autoridades rusas comenzaron una investigación preliminar de lo sucedido, pero a la vez insisten que abrirán un caso penal solo cuando tengan pruebas de que fue un envenenamiento.
Este miércoles, el hospital Charité en Berlín, donde Navalni recibió tratamiento durante 32 días, comunicó que el opositor fue dado de alta el martes pasado.
El hospital señaló que sus médicos no descartan «una recuperación completa» de Navalni, pero a la vez advirtió que «todavía es demasiado temprano para evaluar los posibles efectos a largo plazo de su envenenamiento grave».
Con información de Sputnik
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