El viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov, dijo que esa cartera y la de Estados Unidos están preparando un documento para definir las operaciones aéreas contra el Estado Islámico (EI) que realizarían de manera conjunta en Siria.
«Los estadounidenses nos han pasado el borrador del documento, que recibió la aprobación del Estado Mayor, y estamos trabajando en su contenido», afirmó Antónov.
El funcionario lamentó a su vez que las fuerzas de EE.UU. reduzcan su cooperación con Rusia a las acciones de los pilotos durante las misiones de combate.
“No importa lo fuerte que sean EE.UU, el Reino Unido, Alemania, o la OTAN, estamos firmemente convencidos de que no podrán luchar por sí mismos contra la amenaza común del terrorismo”, aseguró el viceministro ruso.
El comandante de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, Charles Brown, informó el martes en todo alarmante que el Ejército tuvo contacto visual con los aviones rusos en Siria a 32 kilómetros de distancia.
Ante ello, Rusia respondió que abogan por formar una amplia cooperación internacional y tras reunirse con representantes militares de varios países dijo estar dispuesta a crear un grupo de trabajo con cualquier Estado interesado en la situación Siria. Antónov mencionó a Turquía, cuyos representantes «serán bienvenidos en Moscú», indica RiaNovosti.
¿Qué le molesta a EE.UU. de la operación de Rusia contra el Estado Islámico en Siria?
Rusia y Siria desmintieron el martes que aviones de Moscú hayan bombardeado la ciudad de Palmira y afirmaron que los operativos militares se realizaran en las inmediaciones de esa importante zona del país.
Las acciones de las fuerzas aéreas rusas contra las vías de contrabando de petróleo desde Siria hacia Turquía han afectado la economía del Estado Islámico, hecho que le preocupa al Gobierno turco y sus aliados, ya que obtienen grandes ganancias de esas acciones ilícitas.
Siria es víctima de una ofensiva financiada por Estados Unidos cuyo objetivo es el derrocamiento del presidente Bashar Al-Assad. Como consecuencia de la guerra, cerca del 50% de los sirios han tenido que abandonar sus hogares.