El principal opositor al Kremlin, Alexei Navalni, anunció este martes su candidatura a las elecciones presidenciales de 2018, en las que, salvo sorpresa, se enfrentará a Vladimir Putin, que buscará su cuarto mandato.
Según informó la agencia AFP, Navalni en un comunicado enviado a sus apoyos aseguró que «en 2018, se celebrarán elecciones presidenciales en nuestro país y yo he decidido participar en ellas».
La justicia podría, sin embargo, impedir que Navalni se presente a los comicios, debido a los numerosos casos judiciales en los que se ha visto envuelto y que ha denunciado como intentos de mantenerlo apartado de la vida política.
En noviembre, el Tribunal Supremo ruso ordenó un nuevo juicio en su contra en un caso de desvío de fondos por el que ya había sido condenado en 2013: «Sé hasta qué punto será difícil oponerse al poder actual y a su máquina de propaganda. Entiendo muy bien que incluso ser candidato no será sencillo», dijo este abogado y bloguero anticorrupción.
Navalni, que obtuvo en noviembre de 2013 el 27,2% de los votos en las municipales de Moscú, se ha impuesto en los últimos años como el opositor número uno de Putin. Sus participaciones en manifestaciones no autorizadas lo llevaron varias veces a la cárcel o a estar en arresto domiciliario.
En 2013, la justicia rusa lo condenó a cinco años de cárcel por haber desviado en 2009 unos 400.000 euros en detrimento de una compañía pública de explotación forestal, mientras era asesor del gobernador liberal de una región. El mismo año, su sentencia fue conmutada por una pena en suspenso.
A finales de 2014, se le condenó a tres años y medio de prisión en suspenso por haber desviado, según la acusación, cerca de 400.000 euros de la filial rusa de la empresa francesa de cosméticos Yves Rocher.
Liberal y favorable a un acercamiento con los occidentales, Navalni también participó en manifestaciones con tintes racistas, como la Marcha Rusa, y fue excluido del partido de oposición liberal Iabloko en 2007 por sus posturas nacionalistas.