La Duma del Estado (Parlamento) de Rusia aprobó hoy en primera lectura un proyecto de ley que otorga amplias competencias al Gobierno para responder con todo tipo de medidas económicas a las sanciones adoptadas contra Moscú por otros países.
La ley marco «sobre las medidas de acción (reacción) a los actos hostiles de Estados Unidos y/u otros Estados» fue respaldada por todos los diputados de la cámara baja del Parlamento ruso.
El texto adoptado hoy incluye hasta 16 áreas de acción contra los países que adopten sanciones contra Moscú, pero miembros del Gobierno han adelantado que algunas de las medidas más polémicas, como la prohibición de importar medicamentos y el cierre del mercado laboral a los trabajadores cualificados, no serán incluidas en la versión definitiva de la ley.
La normativa permite al presidente y al Gobierno de Rusia prohibir importaciones agrícolas, alcohol, tabaco y metales estratégicos; suspender la cooperación en los ámbitos nuclear, aeronáutico y de motores para cohetes; prohibir a empresas extranjeras participar en la privatización de activos rusos.
También contempla limitar o vetar ciertas actividades a las empresas extranjeras en territorio ruso, tales como la prestación de servicios jurídicos, de consultas y auditorías.
«Para nosotros es fundamental defender nuestra economía. Es obvia la necesidad de responder a las acciones hostiles de Estados Unidos y de una serie de otros países» contra Rusia, ha dicho el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin.
Al mismo tiempo, la Duma aprobó en primera lectura otro proyecto de ley que castiga con penas de hasta cuatro años de prisión la aplicación en territorio ruso de sanciones adoptadas por otros países.
De esta forma, las empresas extranjeras registradas en Rusia no podrán negar la prestación de servicios a las compañías y ciudadanos sancionados por EEUU u otros países.
«La ley beneficia, entre otros, a las empresas extranjeras que trabajan en territorio de Rusia, porque les da argumentos (de cara a sus matrices) para decir que están obligados a cumplir con la legislación nacional del lugar en el que ejercen su actividad», dijo Volodin a Interfax.
Ambas leyes se votarán en segunda lectura dentro de dos días.
A comienzos del pasado mes de abril Washington adoptó sanciones contra varios magnates rusos y las empresas que controlan, claves para la economía, en una acción que provocó el desplome del rublo y que dejó al borde de la quiebra técnica al gigante del aluminio ruso Rusal.
Las sanciones afectan también a Kirill Shamalov, exyerno de Putin y accionista de la empresa energética Sibur; Suleimán Kerímov, que controla la compañía extractora de oro Polus, y Víktor Vekselberg, presidente del conglomerado Renova, con intereses en diversos sectores de la economía rusa.
La Casa Blanca advirtió a las empresas europeas que también pueden ser sancionadas si cooperan con las compañías incluidas en la lista negra de Washington.
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