«El sábado y el domingo fuimos testigos de otra violación, otra agresión de una serie de países contra la soberana República Árabe Siria«, declaró Peskov en rueda de prensa, luego de que más de un centenar de misiles fueran lanzados por Occidente, sin pruebas de un ataque químico, a Duma contra varios objetivos puntuales.
Vladirmir Putin, presidente de Ruisa, sostuvo además que «condena con la mayor seriedad el ataque» y denunció que se cometió «un acto de agresión contra un Estado soberano que está a la vanguardia de la lucha contra el terrorismo«.
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, también se manifestó pero repudiando los comentarios del presidente francés Emmanuel Macron, a quien calificó de «populista» al asegurar que el ataque dividió a Ankara y Moscú, dado que el primero aprobó la acción militar llevada a cabo por occidente.
«La relación de Turquía con Rusia sigue siendo tan fuerte como antes», y no constituye una alternativa al vínculo con Occidente, enfatizó Cavusoglu.
El diplomático ruso Dmitri Peskov, también hizo mención a lo expuesto por Macron reiterando que «estos ataques no nos dividieron; no es un secreto que las posturas de Moscú y Ankara en cuanto a varios asuntos son diferentes, al mismo tiempo este hecho no impide el intercambio de opiniones (…) tampoco influye sobre las perspectivas del desarrollo de la cooperación en muchos aspectos». Y agregó que los dos países seguirán colaborando para implementar grandes proyectos de la economía y otras esferas.