El presidente español quiere centrarse en negociar el documento programático aprobado por unanimidad en el PSOE y no está previsto hablar de la participación de Podemos en la estructura de Gobierno, según dijo la presidenta del partido Cristina Narbona
El próximo 23 de julio, dentro de dos semanas, será la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español. Necesita mayoría absoluta, 176 votos. Si no los obtiene tendrá una segunda oportunidad el jueves.
Este martes Sánchez se reúne con los líderes de Podemos, Pablo Iglesias y del Partido Popular (PP) Pablo Casado, para intentar convencerles de que su decisión de julio no podrá ser revisada dos meses después, porque no se presentará a una segunda sesión de investidura.
Según reseña el diario Público, es poco probable que si Sánchez no admite miembros del Unidas Podemos en el Ejecutivo ahora en julio, lo haga dos meses después por llegar al poder, algo que dicen que sería muy difícil de explicar a la ciudadanía.
La única posibilidad que habría de una segunda investidura en septiembre sería, por el contrario, que el partido de Pablo Iglesias renunciara a esta exigencia, y decidiera apoyar a Sánchez en los términos que ahora le ofrece el candidato, lo que también resulta altamente improbable, según mantienen todos los dirigentes de esta formación.
Según explicó este lunes la presidenta del partido, Cristina Narbona, en el encuentro de hoy Sanchez quiere centrarse en negociar el documento programático aprobado por unanimidad en la Ejecutiva Federal del PSOE y no está previsto hablar de la participación de Unidas Podemos en la estructura de Gobierno.
Esta curiosa voluntad negociadora se completó ayer con un pronunciamiento por unanimidad de la Ejecutiva socialista a favor de las tesis del presidente y secretario general: «Un Gobierno monocolor, de cooperación, no de coalición», cita El Mundo.
No parece la mejor fórmula para convencer a Iglesias, que continúa exigiendo ser ministro o que lo sean otros miembros de su formación. El texto con las medidas para una «propuesta abierta de cooperación para un Gobierno social, feminista, ecologista, europeísta y progresista» apenas contiene gestos a Unidas Podemos, al margen, según apuntaron fuentes socialistas, de algunas cuestiones sobre vivienda.
El PSOE mantiene que ofrecerá en su momento que dirigentes de Podemos se incorporen a altos cargos institucionales, así como el compromiso del presidente en funciones de tener muy en cuenta los nombres de independientes que pueda proponer esta formación para estar en el Consejo de Ministros.
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