Según la sentencia del Tribunal Supremo de España, 9 de los 12 líderes independentistas serán finalmente condenados por sedición, que implica un ruptura del orden público y no constitucional.
El Tribunal Supremo de España condenará por sedición y no por rebelión a los principales líderes independentistas juzgados durante cuatro meses en Madrid, al descartar que durante los sucesos de septiembre y octubre de 2017 usaran la violencia como instrumento para conseguir la independencia de Cataluña.
De este modo, los siete magistrados del alto tribunal decidieron de forma unánime descartar el delito que defendía la Fiscalía, el de rebelión, castigado con penas más altas, según una filtración de la sentencia de la que se hicieron eco los principales medios españoles.
El País fue el primero en descartar que los dirigentes del gobierno catalán fuesen a ser sentenciada por el delito de máxima pena, la rebelión, el que más problemas jurídicos tenía para ser demostrado. En tanto El Mundo como ABC aseguran que nueve de los 12 acusados serán finalmente condenados por sedición, que implica un ruptura del orden público y no constitucional.
La sedición está castigada con entre 10 y 15 años de prisión para aquellas personas constituidas en autoridad, como es el caso de la mayoría de los acusados. Mientras que el delito de rebelión, planteado por la Fiscalía, prevé penas de hasta 30 años «para los que se alzaren violenta y públicamente para fines como derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución».
El portal El Confidencial señaló que aquellos que aparecen en la sentencia del Tribunal Supremo como principales autores de sedición serán castigados con penas de entre 8 y 10 años. En función del grado de participación en los hechos se prevén también penas inferiores. Para los que no sean autoridad ni principales autores, se prevén entre cuatro y ocho años.
El alto tribunal consideró que los condenados cometieron este delito desde sus respectivas responsabilidades en el Govern, el Parlament o las entidades soberanistas, durante el desafío independentista y, en particular, mientras se produjeron las protestas del 20 de septiembre y la celebración del referendo independentista del 1° de octubre (1-O).
De este modo, entre los exdirigentes catalanes que afrontarán la pena de sedición junto a la de malversación de fondos públicos se encuentran el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, los exconsellers Raül Romeva, Jordi Turull, Joaquín Forn, Josep Rull; la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los exdirigentes de las entidades independentistas ANC y Ómnium Cultural Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Los exconsellers Santi Vila, Meritxell Borràs y Carlos Mundò recibirán una condena únicamente por desobediencia, según las fuentes conocedoras del caso que cita el diario El Mundo, pese a estar acusados también de malversación de caudales públicos. Los tres antiguos consellers del gobierno que presidía Carles Puigdemont echaron el freno antes de la DUI (declaración unilateral de independencia). Santi Vila, responsable de Empresa, fue el primero en renunciar a su cargo, según refiere El Economista.
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