El secretario de Defensa de EE.UU., Jim Mattis, señaló que los ataques contra Siria realizados la madrugada de este sábado junto a Gran Bretaña y Francia, han «terminado», anunciando que por el momento, «no hay planificadas nuevas acciones militares».
En una rueda de prensa, consignada por varias agencias internacionales, Mattis aseguró que el ataque contra Siria fue para «defender» los intereses de EE.UU, advirtiendo que la acción podría repetirse si Al Assad «decidiera usar más armas químicas en el futuro».
Asimismo, el funcionario norteamericano reconoció que los ataques contra Siria fueron «más duros» que los de 2017, pero que fueron un «solo disparo» para enviar un «mensaje fuerte al presidente de ese país, Bashar Al Assad.
Sobre el ataque en específico, el secretario de Defensa de Trump agregó que en esta oportunidad se lanzó el doble de los misiles utilizados en 2017, con el objetivo dirigido a «destruir la capacidad de investigación, desarrollo y producción de armas químicas del régimen sirio».
«Fuimos muy precisos y proporcionados, pero al mismo tiempo fue un golpe fuerte», expresó Mattis, quien también hizo referencia a la actuación de Francia y el Reino Unido, países a los que catalogó como parte de un «equipo bien definido», que actúan juntos en los «malos y buenos momentos».
Finalmente, Mattis anunció que durante la mañana del sábado el Pentágono hará una nueva rueda de prensa para actualizar la información sobre el ataque a la capital de Siria.
En tanto, al cierre de esta nota, la agencia oficial siria de noticias -Sana- informaba que al menos 13 misiles estadounidenses habían sido alcanzados y destruidos por las defensas sirias durante el ataque a Damasco, aunque algunas versiones no confirmadas señalaban que habían sido cincuenta los misiles interceptados por Siria.