Al menos 44 personas murieron como consecuencia de la explosión de dos bombas en la ciudad de Qamishli, en el noreste de Siria y cerca de la frontera con Turquía.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó este miércoles que una de las explosiones se produjo cerca de un cuartel de las fuerzas de seguridad de la administración kurda en la ciudad.
El OSDH explicó que el atentado, perpetrado con un vehículo cargado con explosivos, tuvo como objetivo un edificio del Organismo de Defensa, perteneciente a la autoproclamada Administración autónoma kurdosiria, y un cuartel de las Asayish, fuerzas de seguridad kurdas, en el distrito occidental de la ciudad. La cifra de los muertos podría aumentar, porque algunos de los heridos se encuentran en estado crítico.
El Daesh (Estado Islámico) asumió la responsabilidad por el ataque, que también dejó a 120 personas heridas entre civiles y efectivos de las Asayish.
Qameshli, ubicada en el norte de la provincia nororiental siria de Al Hasaka, es la «capital de facto» de las zonas de la administración autónoma kurdosiria, que comprende las regiones de Afrin, Kobani, Al Yazira y Tel Abiad.
El presidente de la región del kurdistán iraquí, Masoud Barzani, condenó el atentado, calificándolo de «salvaje ataque terrorista», y envió sus condolencias a las familias de las víctimas. Asimismo, pidió ayuda «en lo que puedan» a las autoridades y servicios sanitarios de la provincia de Duhok, provincia iraquí colindante con la región kurda de Qamishli, en Rojava.