El vocero del Daesh (Estado Islámico) y supervisor de las operaciones terroristas del grupo en el extranjero, Abu Muhammad al-Adnani, murió este martes en la ciudad siria de Alepo, según informó la agencia Amaq, vinculada al grupo terrorista.
Al-Adnani, de 39 años, era un de los miembros fundadores de la organización, nutrida sobre todo de veteranos yihadistas de origen iraquí, y muy respetado entre los seguidores de ésta. Al-Adnani murió mientras «supervisaba las operaciones para frenar la campaña militar contra Alepo», anunciaron desde el medio.
Su nombre de pila era Taha Subhi Falaha y él fue quien proclamó, el 29 de junio de 2014, que el entonces conocido como Estado Islámico de Irak y Levante instauraba un califato con Abubaker al Bagdadi al frente. También fue encargado de animar a los simpatizantes del grupo a actuar en sus países de origen.
Aún se desconoce quién hay detrás de su muerte. En el norte de la provincia de Apelo, el Daesh tiene una larga lista de enemigos y su portavoz podría haber muerto en manos de los turcos, rusos, estadounidenses, rebeldes sirios o de los kurdos.
Con la invasión de EE UU para derrocar al régimen de Sadam Husein, Al Adnani viajó a Irak. Allí sirvió de instructor en campos de entrenamiento y combatió a la coalición hasta que ingresó en la prisión de Camp Bucca, ya cerrada, dirigida por el Ejército de EE UU. En la prisión permaneció cinco años, entre 2005 y 2010, y coincidió con Al Bagdadi y con otros yihadistas a la postre miembros del ISIS.
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