El presidente ruso, Vladímir Putin, y su colega turco, Recep Tayyip Erdogan, iniciaron hoy en Sochi sus consultas sobre el conflicto en Siria, incluida la propuesta de Moscú de crear cuatro «zonas de reducción de tensiones» en ese país.
«Sobre nuestros hombros recae una gran responsabilidad. Estoy seguro de que los pasos que damos juntos cambiarán el destino de toda la región», dijo Erdogan al inicio del encuentro que se celebra en la residencia veraniega de Putin.
El jefe del Kremlin agradeció a su colega la visita a Sochi y destacó que «está muy bien» que los dos líderes puedan reunirse «para tratar asuntos clave de las relaciones bilaterales y de los principales problemas de la actualidad internacional, incluidos los más acuciantes como es el caso de la crisis siria».
Putin felicitó a Erdogan con los resultados del reciente referéndum celebrado en Turquía para modificar la Constitución a fin de reforzar el poder presidencial.
«Creemos la situación política interna se estabilizará poco a poco y se crearán las condiciones para un mayor desarrollo de las relaciones ruso-turcas. Quiero decir que muchas de las cosas que hacemos tienen carácter conceptual y deben ser ratificas por nuestros parlamentos», subrayó.
La creación de las zonas seguras en la provincia de Idleb, en la ciudad de Homs, en Guta oriental y el sur de Siria será uno de los asuntos centrales en las conversaciones entre Putin y Erdogan.
La protección de esas aéreas seguras estaría a cargo de contingentes militares de Rusia, Irán y Turquía, países garantes del alto el fuego declarado en 30 de diciembre del año pasado.
Ankara ha recibido favorablemente la propuesta rusa, que también se debate a estas horas en las consultas que celebran hoy en Astaná representantes de la oposición armada y del Gobierno de Siria.
La creación de «zonas de reducción de tensiones» en Siria también fue abordada en la conversación telefónica que mantuvo ayer Putin con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Según la Casa Blanca, que calificó de «muy buena» la conversación entre los dos mandatarios, Trump y Putin «coincidieron en que el sufrimiento en Siria ha durado demasiado tiempo y que todas las partes deben hacer todo lo posible por poner fin a la violencia».