La tecnología usada por el superhéroe de ficción Iron Man está cada vez más cerca de convertirse en realidad para ayudar a los militares de Estados Unidos. Se materializa en el proyecto Tactical Assault Light Operator Suit (TALOS), que pretende hacer casi invisibles a los soldados especiales de EE.UU.
«Iniciamos este programa después de perder a un operador en una misión. El primer operador que entró en un edificio fue detectado y, lamentablemente, herido de muerte. A raíz de eso nos preguntamos, ‘¿Acaso no podríamos hacerlo mejor en términos de protección, darle una mejor ventaja al operador al que se le asigna el punto más vulnerable?'», dijo el general Joseph Votel, jefe del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., en una entrevista concedida a CNN.
Cada traje dispondrá de un ordenador para responder de forma inmediata a determinadas situaciones y proporcionar al usuario una mayor perspectiva de la situación. El uniforme puede llevar una armadura líquida, actualmente en desarrollo en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), que tiene la capacidad de transformarse de líquido a sólido en milisegundos cuando se le aplica un campo magnético o una corriente eléctrica.
El objetivo es lograr una protección antibalas para todo el cuerpo que en teoría permita al usuario literalmente caminar a través de una ráfaga de balas. El traje tendría además un panel, que estaría en contacto con la piel, capaz de detectar y responder a la temperatura interna del cuerpo, la temperatura de la piel, el ritmo cardíaco y los niveles de hidratación.