Los indicadores económicos de Estados Unidos muestran que el discurso gubernamental no refleja el verdadero rostro de la mayor economía de América.
El número de estadounidenses que presentó pedidos de subsidios por desempleo aumentó la semana pasada, pero la tendencia en las solicitudes siguió siendo consistente con condiciones ajustadas del mercado laboral.
Las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo aumentaron en 8.000 para llegar a la cifra de 215.000 en la semana que finalizó el 27 de julio, dijo este jueves el Departamento del Trabajo. Los datos de la semana anterior fueron revisados para mostrar 1.000 pedidos más que los reportados previamente.
Economistas estadounidenses habían previsto que las peticiones se incrementarían a 214.000 en la última semana.
El crecimiento económico de Estados Unidos incumplió en el 2018 la meta del 3 % planteada por el Gobierno de Donald Trump, lo que podría dar pie a nuevas críticas contra la Casa Blanca por los efectos de sus recortes tributarios de 1,5 billones de dólares.
El Departamento del Comercio dijo el viernes que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió a una tasa de 2,9 % el año pasado, confirmando las estimaciones que había publicado en marzo.
Las revisiones anuales del Departamento del Comercio sobre el PIB mostraron que la economía creció 2,5 % en 12 meses hasta el cuarto trimestre del 2018, por debajo de la tasa reportada anteriormente de 3 %.
El presidente Trump había destacado el crecimiento año a año como prueba de que los recortes de impuestos y alza de los gastos fiscales ―que han colaborado en robustecer el déficit el Gobierno― habían puesto la economía en un camino sostenible de expansión.
La Casa Blanca y los republicanos han dicho que los enormes recortes de impuestos, que incluyeron una baja de 35 % en la tasa corporativa a 21 % desde 35 %, entregarían beneficios a través del crecimiento económico. Los demócratas sostienen que los recortes tributarios sólo apoyan a los estadounidenses acaudalados a expensas de la clase media.
Los datos actualizados del PIB y las señales de que la economía está creciendo a un ritmo más lento en el segundo trimestre, tras el impulso inicial de las exportaciones y una acumulación de bienes no vendidos en los primeros tres meses del 2019, socavan los argumentos de la Casa Blanca.
Trump se precia de la fortaleza de la economía como uno de sus mayores logros desde que llegó al poder, y declaró en julio pasado que su Gobierno había cumplido «con una recuperación de la actividad hasta proporciones históricas». En plena campaña, indicó que llevaría el crecimiento anualizado a 4 %.
También el jueves, el Departamento del Comercio reportó que el crecimiento del PIB se desaceleró menos de lo previsto en el segundo trimestre, dado que un incremento en el gasto del consumidor compensó en parte la disminución de las exportaciones y un menor aumento en los inventarios.