Los atentados perpetrados por el grupo terrorista Estado Islámico que tuvieron lugar en Catalunya y que dejaron el saldo de 14 personas fallecidas más decenas de heridos no formaba parte del plan original para atacar la ciudad de Barcelona y formaba parte de una «improvisación».
El objetivo principal era el territorio de Al-Ándaluz ubicado en la península ibérica, que durante la edad media pertenecía a los musulmanes. La preparación constaba de tres coches bombas y estaba a cargo de una célula yihadista conformada por jóvenes de entre 17 y 34 años que se prepararon en una casa ubicada en la zona de Alcanar, 200 km al sur de Barcelona, para llevar a cabo el terrible ataque.
Pese al minucioso proceso, la noche del miércoles un error hizo que la casa estallara producto de todo el material explosivo que fue almacenado en el lugar. Ese mismo día se confirmó la muerte de una persona que tenía relación con el grupo terrorista.
Ante la posibilidad de ser descubiertos los terroristas pusieron en marcha un plan B. De esta forma utilizaron las camionetas que en un primer momento estaban destinadas a trasladar el material explosivo para atropellar a una multitud, con resultados fatales, en la zona de Rambla.
Un segundo grupo se dirigió a la zona turística de Cambrils donde se encontraron con un control policial, situación que los llevó a salirse nuevamente del plan y atropellar a un guardia para escapar y atacar a transeúntes durante la noche del jueves.
Actualmente, además de los siete terroristas muertos, hay cuatro atacantes detenidos (uno de ellos el herido en la explosión de Alcanar) a quien relacionaron con el atentado y un prófugo cuyo paradero está siendo investigado.
Con información de Mundo TKM.
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