Terroristas amenazan con uso de armas químicas en la provincia siria de Idlib

Sí llegase a darse un acto terrorista con armas químicas, eso sería una acción convincente para Estados Unidos de atacar a posiciones rusas

Egleiny Santaella

16/09/2018 11:20am

«Militantes del grupo Hayat Tahrir al Sham [Al Nusra] han trasladado a la localidad de Basankul en la provincia de Idlib unos tanques con cloro», afirmó el director del Centro, el teniente general Vladímir Sávchenko.

Moscú ha advertido en las últimas semanas sobre la preparación de un falso ataque químico en la provincia siria, que sería la razón propicia para Estados Unidos y sus aliados en justificar un ataque a las tropas de ese país.

“Les hago un llamado a los líderes de las formaciones armadas opuestas al Gobierno de Bashar al Assad a abandonar este tipo de provocaciones que conducen a un colapso en la búsqueda de soluciones políticas”, informó Sávchenko.

Idlib (en árabe, ادلب) es una ciudad situada en el noroeste de Siria, capital de la gobernación de Idlib. Se encuentra a una altitud de 600 mts. La población según el censo del año 2010 era de 164.983 habitantes. La ciudad de Alepo se encuentra aproximadamente a 60 km de distancia.

Es una zona muy importante históricamente, ya que Idlib contiene la antigua ciudad de Elba, capital de un poderoso reino.

Las tablillas de Ebla (2350 a. C.) hablan de la ciudad de du-ḫu-la-bu-um «Duhulabum», que estaría situada en la actual Idlib, existiendo similitudes entre los nombres antiguo y moderno. También se han descubierto evidencias de que Tutmosis III habló de una ciudad llamada ytḥb.

Respuesta “mucho más fuerte”

Entre tanto John Bolton, consejero de Seguridad Nacional del presidente Trump aseguró que “En los últimos días intentamos transmitir el mensaje de que, si hay un tercer uso de armas químicas, la respuesta será mucho más fuerte”.

Lamentablemente esta provincia es actualmente es el refugio de terroristas como el grupo extremista Hayat Tahrir al Sham de tendencia yihadista salafista. Pero continúa habitada por 3 millones de civiles, que no han podido abandonar la zona.